El Encuentro Conmigo Misma.
Es el relato de una mujer que al borde la ruina y la desesperación por el sinsentido de la vida en la infrahumanidad existencial del particularismo social de la propiedad privada, descubre la esencialidad humana de si misma y que esta solo es posible de realizar en función de su plena identificación con el universalismo social de la propiedad colectiva. En una palabra descubre el carácter infrahumano y alienante de la individualidad moral, percatándose de que la moral es un instrumento al servicio de la alienación humana al igual que el ejercito y la policía, de forma que comprende que la humanidad es esencial y fundamentalmente una realidad social, que vive alienada en función de una afirmación física y psicológica individualizada de su alienación infrahumana en el particularismo social de la propiedad privada. Descubre que solo como ser social es humana, que su cuerpo solo es soporte físico de su humanidad pero nada mas. Por ello tanto los hombres como las mujeres se pueden identificar con la aventura interior de esta mujer, que experimenta una humanidad humanizadora de su cuerpo y su realidad física existencial, pero que ha ido progresivamente infrahumanizando y alienando su realidad social. Al tiempo que comprende que la democracia como afirmación de la individualidad emocional-moral burguesa es la humanización funcional de una personalidad infrahumana, que se asienta sobre el particularismo social de la propiedad privada. Y frente a la personalidad infrahumana o burguesa levanta la individualidad ideológico-intelectual proletaria, como realización plenamente positiva de su esencia humana frente a la existencia irreductiblemente infrahumana del particularismo social de la propiedad privada.