El Fin de la Atlántida.

En cierta medida esta novela, al igual que los seis restantes libros de literatura, son el proceso de creación de una cultura proletaria. Aunque es cierto que el estalinismo trato de crear una cultura proletaria, que Trotsky con muy buen juicio califico de ficción burocrática. Hay que señalar que el problema de la cultura proletaria puede abordarse desde la perspectiva de una sociedad burguesa sin burguesía, que debe evolucionar hacia una sociedad socialista, en donde el desarrollo de una sociedad socialista no es otra cosa que un proceso de humanización progresiva de la vida humana, en el cual las formas sociales alienantes son tan solo subproductos del insuficiente desarrollo en general de las fuerzas productivas, de forma que en función de dicho desarrollo de las fuerzas productivas las clases sociales se extinguirán, siendo la dictadura del proletariado una breve etapa, tras la cual se llegara al socialismo, el cual no tendrá una cultura proletaria sino simplemente una cultura humana, en donde el contenido humano de cada una de las culturas precedentes al socialismo se integrara en este. Desde esta perspectiva las pretensiones de crear una cultura proletaria, no eran otra cosa que una justificación de los privilegios de consumo de una burocracia pequeño burguesa, que identificaba el socialismo con la sociedad burguesa sin burguesía. Pero desde el momento en que llegamos a la conclusión de que la sociedad burguesa sin burguesía no puede evolucionar hacia el socialismo, siendo el estalinismo la superestructura contrarrevolucionaria de la misma, sin que exista la posibilidad de que ninguna superestructura democrática pueda reducir el carácter burgués residual de la sociedad que surge de la revolución social, se hace evidente que el proceso de desarrollo del socialismo exige la creación de una organización demográfica colectivizada, que ha de imponerse coactivamente sobre las tendencias burguesas residuales colectivas e individuales. Lo que plantea la necesidad del desarrollo de una superestructura cultural proletaria en todos los campos. En el caso de la literatura, la función de esta es la creación de una realidad emocional fundamentada sobre el universalismo social de la propiedad colectiva, nacida de una organización demográfica socializada superadora de la realidad emocional burguesa fundamentada sobre el particularismo social de la propiedad privada de una organización demográfica privatizada.

En El Fin De la Atlántida hay una epopeya que atraviesa épocas y que se proyecta hacia el futuro, describiendo el proceso de desarrollo de la humanidad y destruyendo implacablemente todos los mitos aristocrático-burgueses, de la única forma posible, que es realizando una reinterpretación de los mismos fundamentada sobre el materialismo dialéctico.

INDICE DE CONTENIDO