El Programa de la Quinta Internacional – CAPITULO III

CAPITULO III

LA II INTERNACIONAL

La II Internacional fundada en Paris en 1889 como organismo coordinador de los partidos socialistas nacionales, represento el triunfo de las tesis de Marx, pero a ciertos niveles el nacionalismo democrático privo sobre el internacionalismo proletario.

Es de señalar que la base de la Internacional fue la impulsión de secciones autónomas en cada pais. Estuvieron representados en el congreso fundacional de 1889 los partidos socialistas de Alemania, Francia, Gran Bretaña, Rusia, Austria, Bélgica, España y otros partidos menores.

Hay que señalar que el congreso acordó la celebración de un congreso cada tres años y la conmemoración del primero de mayo como jornada de lucha y reivindicativa de la clase obrera.

Antes de continuar con la II Internacional precisaremos algunas cuestiones sobre la I. El acuerdo del traslado del Consejo General a Nueva York por el congreso de 1873 de la I Internacional (Suiza), y el congreso de Filadelfia en 1876, sirvieron como elemento delimitador de las posiciones marxistas frente a las bakunistas. Sin embargo la I Internacional se mostró inviable tras el congreso de Filadelfia de 1876.

La muerte de la I Internacional determino un reagrupamiento y una delimitación que hizo posible 13 años mas tarde la fundación de la II Internacional. Marx y Engels consiguieron hacer triunfar sus tesis en Alemania, de modo que el Partido Socialista Alemán se convirtió en el mas importante, demostrando la validez de las posiciones de estos y haciendo posible que en 1889 se creara la II Internacional, bajo el liderazgo de la Socialdemocracia Alemana, dirigida por los discípulos y seguidores de Marx.

Las discusiones centrales que determinan toda la vida de la II Internacional, fueron las cuestiones de la colaboración con los partidos burgueses y el problema de la guerra. Los congresos de Amsterdam (1904 ) y Stuttgar (1907) acordaron la no colaboración con los partidos burgueses y el rechazo de todo apoyo político a la guerra imperialista. Estos congresos fueron incumplidos por los partidos socialdemocratas, que salvo excepciones apoyaron a sus respectivas burguesías. La razón de ello estriba en la política oportunista de los dirigentes socialdemocratas, tras una fachada de ortodoxia revolucionaria vacia.

La II Internacional hizo posible que en función del desarrollo desigual y combinado de las fuerzas productivas y de la lucha de clases, tuviera lugar en Rusia el nacimiento del primer partido obrero que fue capaz de dirigir una revolución democrática contra la burguesía, transformándola en socialista al superar el desarrollo de la revolución democrática los limites del régimen demoorático-burgués. En una palabra la confirmación de la revolución permanente.

La lucha entre reformistas y revolucionarios, no pudo llevar a la independencia organizativa de los revolucionarios frente a los reformistas, mas que en Rusia. Kausky era un centrista, al igual que Martov y Plejanov. En Alemania el desarrollo pacifico y reformista de la lucha de clases, pudo permitir representar a Kausky el papel de jefe revolucionario, mientras a su sombra se desarrollaba todo un aparato reformista, que convertía al partido en una prolongación del sindicato.

La situación en Rusia con una feroz represión apoyada sobre un régimen aristocrático basado en una monarquía absoluta, con un proletariado joven y sometido a la terrible presión de un sistema capitalista naciente y aristocrático agonizante, era muy distinta. En Rusia el centrismo no tenia ninguna opción a desarrollarse, sirviendo de cobertura política a la putrefacción reformista del partido socialdemocrata. Lenin un hombre nacido en Rusia y reflejo junto con Trotsky, de esa serie de contradicciones, fue el que comprendió de un modo preciso, la necesidad de un partido centralizado con una política claramente delimitada con respecto a los elementos reformistas del movimiento obrero. El II y III Congreso del Partido Socialdemocrata Ruso, determino esta independencia organizativa que hizo posible el triunfo de la Revolución de Octubre.

La derrota de la Revolución Rusa de 1905, hizo posible que los elementos reformistas ganaran, siendo la causa de que en 1914 las direcciones de los principales partidos socialdemocratas apoyaran a sus burguesías en nombre de la defensa de la patria.

La acción de los mencheviques que provocaron la escisión del partido, hizo imposible que la Revolución de 1905 estuviera dirigida por el Partido Socialdemocrata, esto permitió a la reacción una ganancia de tiempo considerable.

De hecho podemos decir que sobre los reformistas rusos recae la responsabilidad, de que los reformistas europeos pudieran en 1914 traicionar a la clase obrera. Sin pasar por alto que la fuerza de los reformistas rusos se apoyaba sobre la fuerza de los reformistas europeos.

La consigna de Lenin de transformar la guerra imperialista en guerra civil revolucionaria fue rechazada de hecho no solo por los reformistas, sino también por los centristas.

En este aspecto la Revolución Rusa de 1917 permitió salvar a la clase obrera de una devastadora contrarrevolución burguesa, que hubiera sido el fruto de la guerra imperialista, y la recompensa de la burguesía a los reformistas.

La historia de la II Internacional después de 1914, fue sencillamente la de una agencia del imperialismo, que se nutrió de la traición estalinista. Haremos una breve descripción de la misma. El triunfo de la Revolución Obrera en Rusia y la creación de la III Internacional, provocaron el hundimiento de la II Internacional.

En 1923 la estabilización de la contrarrevolución democrático-burguesa en Alemania, con el apoyo generoso de la socialdemocracia y de los errores del ultraizquierdismo pequeño burgués, permitió la reconstrucción de esta en el congreso de Hamburgo, pero tuvo escasa consistencia y se disolvió en 1931. Una organización carente de autoridad ante el movimiento obrero por su naturaleza centrista y reformista, no podia sencillamente continuar en un momento de profunda efervescencia en el seno del movimiento obrero. Fue tras la Segunda Guerra Imperialista Mundial, una vez que los estalinistas habían llevado sus traiciones al limite, rebajando su autoridad ante los trabajadores de los partidos comunistas y disuelto en 1943 la Internacional Comunista, cuando la socialdemocracia levanto la cabeza.

Por iniciativa del Partido Laborista Británico en 1946 se celebro una reunión de partidos socialdemocratas constituyéndose en 1947 un comité ejecutivo de la Conferencia Socialista Internacional (Comisco), cuyas conquistas fueron el rechazo del marxismo. En 1951 el Congreso de Frankfurt reconstruyo la II Internacional llamada Internacional Socialista, que sustituyo el COMISCO por un consejo ejecutivo y determino su linea política en la defensa de una posición anticomunista. El PSOE se limita al igual que el PSF a aplicar la política que le corresponde.

Históricamente hablando la labor de la II internacional hizo posible la creación de la III y termino para el proletariado, cuando en 1914 apoyaron los créditos de guerra de la burguesía, suspendiendo la lucha de clases hasta la victoria. En el próximo capitulo abordaremos el tema de la III Internacional.

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