CAPITULO V
LA IV INTERNACIONAL
Ante el liquidacionismo del internacionalismo proletario por el nacionalismo pequeño burgués estalinista y del leninismo por el populismo pequeño burgués del estalinismo, se levanto la Oposición de Izquierda.
En el capitulo anterior hemos visto el proceso de ascenso de la burocracia pequeño burguesa, que se combina con la serie de derrotas que sufren los trabajadores a escala internacional.
A partir de aqui se inicia una lucha jalonada sobre el yunque de las derrotas, por renovar la Internacional Comunista y el Estado obrero con deformaciones burocráticas. Una lucha que culmina con la derrota de 1933 ante la contrarrevolución fascista en Alemania, demostrando la validez de las posiciones de Trotsky frente a Stalin. Una lucha correcta y necesaria, pero que en definitiva al ser apoyada sobre el yunque de las derrotas, no condujo a un reforzamiento de la vanguardia proletaria, sino a un reforzamiento del estalinismo a costa de la debilitación del proletariado organizado como clase. Asi como a un reforzamiento de la contrarrevolución burguesa.
La vanguardia proletaria no sale reforzada por el hecho de que una dirección reformista lleve a la clase obrera a la derrota, por el contrario las derrotas refuerzan las tendencias liquidacionistas y proburguesas, que dentro de las organizaciones obreras tienden a convertir al movimiento obrero en un apéndice de la democracia burguesa.
La lucha contra la desastrosa dirección de la Revolución China en 1927-28, que llevo a los trabajadores chinos a una sangrienta derrota, marca la prueba de fuego de la Oposición de Izquierda. Los lideres capituladores como Zinoviev y Kamanev ingresaron en el partido, en tanto que los mas firmes, fueron desterrados o encarcelados.
Con la industrialización y colectivización forzosa, se abre una etapa de ultraizquierdismo, que prepara nuevas derrotas de la clase obrera, y en consecuencia un reforzamiento de la burocracia estalinista.
La subida de Hitler al poder y el aplastamiento del Partido Comunista Alemán, cierran este periodo, abriendo un nuevo periodo de contrarrevolución política, cuyas características ya han sido desarrolladas en el capitulo anterior. La etapa de los frentes populares y el avance del fascismo, determinan un momento critico en la lucha de clases, en la cual la Oposición de Izquierda avanza con amplitud y esta a punto de dar lugar a la formación de un partido de masas, pero la vacilación centrista de los dirigentes de la Oposición de Izquierda en Francia, Bélgica, España, etc., hacen fracasar esta posibilidad.
Esto marca un punto critico en la lucha de clases, indicándonos que la IV Internacional hubiera podido desplazar al estalinismo y hacer frente a la contrarrevolución burguesa (que explotaria a escala internacional como II Guerra Imperialista Mundial), si los dirigentes de las secciones francesa, belga y española hubieran tenido el carácter y la determinación para llevar a cabo una implacable lucha leninista.
La derrota de la clase obrera alemana sirvió de revulsivo, pero la contrarrevolución fascista no se consolido definitivamente en Alemania, mas que con la derrota de la Revolución Española. Las vacilaciones y desvarios centristas de los dirigentes de las secciones francesa y belga al cubrir el centrismo de Nin contribuyeron a la nefasta política que hizo posible el triunfo de Franco.
De hecho las grandes represiones de Stalin, solo se asomaron publicamente con impunidad, una vez que las vacilaciones centristas de los dirigentes españoles de la Oposición de Izquierda, les llevaron a convertirse en consejeros de los anarquistas y estalinislas, en lugar de en dirigentes de la revolución española.
El POUM nació como partido centrista alejándose de las posiciones de la Oposición de Izquierda, y como partido centrista cuando estallo la insurrección obrera contra la República Burguesa (ultimo cartucho contra la política derrotista de la república burguesa frente a Franco), trato de convencer a los canallas que dirigían la CNT, de lo bueno que seria hacer la revolución, en lugar de levantar a las masas contra los dirigentes traidores y llamar a los combatientes de las trincheras a redoblar su esfuerzo y a sostener una revolución proletaria que ponia fin a la política capituladora de la república burguesa, frente a las hordas de Franco.
Tras la traición del POUM a la insurrección de mayo de 1937 de los trabajadores, contra la política derrotista de la República Burguesa, el partido estalinista con la pasividad y complicidad de los anarquistas, que hablan abandonado la insurrección a su suerte, paso a imponer la contrarrevolución democratico-burguesa, liquidando lo que restaba de la revolución obrera. Con lo cual quedaba restablecida la política del Frente Popular, desviada de su curso por la insurrección obrera que habia abortado el golpe de estado del 18 de julio de 1936.
Asi como la política del primer gobierno republicano (coalición de socialdemocratas y republicanos burgueses), permitió el triunfo de la CEDA en coalición con la LLIGA y los radicales de Lerroux. Gobierno que con Gil Robles como ministro de defensa, hizo posible el aplastamiento de la Revolución de Asturias y reorganizo el ejercito, de forma que este estuvo en condiciones de llevar a cabo el golpe de estado de 1936. La insurrección de Asturias, aunque fue aplastada, corto a la burguesía española, la posibilidad de impulsar un movimiento de masas fascista apoyándose en la CEDA y sin recurrir al apoyo del ejercito. De hecho el Gobierno de Gil Robles y la República Burguesa, hubieran podido ser sepultados, por una revolución obrera, si los dirigentes de la CNT, del PSOE y la UGT, no hubieran abandonado la insurrección de Asturias a su propia suerte.
La burguesía comprobó su debilidad, pero salió lo bastante reforzada por su victoria, como para intentar un golpe de estado en 1936. La política derrotista de los dirigentes del movimiento obrero en 1934, se repitió bajo otra forma tras el golpe de estado parcialmente fracasado de 1936.
En esencia este es el momento cumbre, el momento en que la revolución y la contrarrevolución miden sus fuerzas, y la balanza se inclinan a favor de la contrarrevolución gracias a la vacilación centrista de la Oposición de Izquierda en España, que se convierte en un apéndice del derrotismo reformista.
La lucha de la sección española de la Oposición de Izquierda, una vez que Nin se distancia de Trotsky, es dificil y esta muy limitada por su escaso numero. De hecho la Oposición de Izquierda española, habria podido ganar a los militantes de la Juventudes Socialistas, pero Nin como centrista se acobardo ante la lucha, de modo que los 80000 miembros de las Juventudes Socialistas fueron ganados por el PCE.
Vista la tendencia a la capitulación centrista, y tras los sucesos de mayo, que culminaron en una sangrienta contrarrevolución democratico-burguesa, que liquido los restos de la revolución obrera que habia parado el golpe de estado bonapartista, la guerra civil estaba perdida y el triunfo de Franco era inevitable. La República burguesa no representaba a la burguesía, tan solo a su sombra. La burguesía estaba con Franco.
En ese momento Trotsky llega a la acertada conclusión, de que es necesaria la fundación inmediata de la IV Internacional, que tiene lugar en octubre de 1938 en Paris. Era la culminación de una lucha iniciada en 1923, contra la degeneración burocrática, que fue iniciada por Lenin y que dio lugar a la formación de la posición de Izquierda en aquel mismo año. En 1928 frente al Sexto Congreso de la Internacional Comunista, adquirió una proyección internacional, cara a la preparación y celebración del mismo.
La IV Internacional parte de la defensa de los contenidos programáticos elaborados en los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista, que constituyen elejede la lucha de la Oposición de Izquierda Internacional, frente al 1iquidacionismo estalinista. En el momento en que la Oposición de Izquierda se transforma en IV Internacional, esta recoge todas sus conquistas teóricas y organizativas en el Programa de Transición, que completa y profundiza los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista, dotando a la IV Internacional de un programa para vencer y superar la contrarrevolución burocrática. El Programa de Transición se articula sobre cuatro ejes:
l)La defensa incondicional del Estado obrero frente al imperialismo y la contrarrevolución social.
2 )La defensa de la revolución permanente frente al 1iquidacionismo estalinista y su falsificación del leninismo, que en la Tesis de Abril asumía la Revolución Permanente.
3)La necesidad de una revolución política para defender y regenerar el Estado obrero en particular y el movimíneto obrero en general, frente a la política liquidacionista y derrotista de la burocracia estalinista.
4)La elaboración practica de un conjunto de reivindicaciones transitorias, que tiendan a superar la antinomia reformista entre programa máximo y programa mínimo, de modo que las consignas socialistas del programa máximo se enlazaran con las consignas transitorias del programa mínimo, completándose y reforzandose mutuamente.
En 1938 queda fundada la IV Internacional, que representa la continuidad del leninismo, asi como la conquista programática para superar la contrarrevolución política estalinista.
Nacida bajo el estruendo de las derrotas, la IV Internacional bajo la firme y experta mano de Trotsky, estaba destinada a jugar un papel decisivo durante la guerra imperialista (que comenzaria un año mas tarde) y tras la crisis revolucionaria que se abriría al fin de la misma.
Sin embargo Stalin recordando que si Lenin no hubiese podido regresar vivo a Retrogrado, la revolución habria fracasado y el Partido Bolchevique hubiera seguido la política liquidacionista de unificación con los mencheviques, que el propio Stalin y Kamanev impusieron al partido antes de la llegada de Lenin a Petrogrado. Por ello Stalin hizo todos los esfuerzos posibles para asesinar a Trotsky, teniendo en cuenta que si este seguía vivo durante la guerra imperialista y después de ella, se crearían todas las condiciones para el triunfo de la revolución política, que significaría su fin.
El asesinato de Trotsky el 20 de agosto de 1940 (que no le produjo la muerte inmediata, sino el 21 de agosto), marca el punto critico de la lucha, un punto donde la guerra y la represión aislarían y batirían a la IV Internacional, haciendo que tras la guerra imperialista, los cuadros de la misma, incapaces de llevar una firme lucha política y de interpretar correctamente el proceso de formación de los Estados obreros deformados, capitularon ante el liquidacionismo centrista de la dirección pablista.
Frente a ello el Comité Internacional reacciono ante el liquidacionismo de los años 1951-53, que en definitiva determino la apertura de una lucha, para recuperar la dirección revolucionaria destruida por el pablismo.
De este tema trataremos a fondo en el próximo capitulo, en el que analizaremos las alternativas a la crisis de la IV Internacional.
Antes de nada queremos indicar, que nuestro objetivo hasta el próximo capitulo es dar una visión histórica para situar al lector en el contexto preciso de como se ha desarrollado la lucha de clases y cuales son los condicionamientos objetivos que justifican cada consigna, para que el lector tenga una idea precisa de lo que es el materialismo histórico, asi como lo que significa el devenir dialéctico de la lucha de clases.
En el capitulo próximo que es el sexto haremos una descripción histórica de la crisis de la IV Internacional. En el capitulo séptimo haremos un análisis de la misma.
Con ello habremos superado la primera parte del problema, que es sentar las bases históricas y políticas sobre las que descansa nuestro programa.
De modo que a partir del capitulo VIII comenzaremos a hacer un análisis histórico de varios problemas, hasta llegar al capitulo XI, donde una vez finalizada la primera parte de la obra, estaremos en condiciones de comprender el por que de la V Internacional y del programa revolucionario de la Supertransicion. Esta ultima parte sera desarrollada entre los capítulos XII y XXI.