El Programa de la Quinta Internacional – CAPITULO VII

CAPITULO VII

LAS ALTERNATIVAS PARA SUPERAR LA CRISIS DE LA IV INTERNACIONAL

Hasta 1953 la IV Internacional era un partido mundial regido por el centralismo democrático. Tras la destrucción de la misma por el pablismo, se abandona por parte de estos la lucha por la revolución política, que implica la construcción de secciones de la IV Internacional en los estados obreros deformados y en el Estado obrero degenerado. También deja de ser un partido obrero centralizado, transformándose en una federación de partidos. Las posiciones del pablismo, tenían una carácter centrista, oscilando entre el estalinismo y el trotskysmo.

Aqui hemos llegado a un punto donde se hace necesario un extenso análisis y desarrollo de las posiciones fundamentales que han sobresalido, que son la reconstrucción de la IV Internacional y el renacimiento de la IV Internacional.

Las dos tendencias que han llevado estos planteamientos hasta sus ultimas consecuencias han sido la Tendencia Varguista y la Tendencia Espartakista.

Ahora vamos a examinar en este capitulo dos textos: el primero asume las posiciones varguistas, el segundo las espartakistas. En este capitulo nos limitaremos a exponerlas, en el próximo haremos una valoración de sus limitaciones.

EXPOSICION DEL PRIMER TEXTO CON UNA PERSPECTIVA VARGUISTA

Desde el asesinato de Trotsky, la IV Internacional descabezada y sometida a la presión represiva del estalinismo, las democracias imperialistas y el fascismo, con una dirección descabezada, con muchos de sus principales dirigentes encarcelados y otros asesinados, debio de afrontar la lucha en unas condiciones durísimas, de modo que exceptuando el congreso fundacional de 1938, el segundo congreso no se pudo celebrar hasta 1948. Los congrsos que siguieron fueron el III de 1951 y el IV en 1953, donde el liquidacionismo pablista destruyo la IV Internacional, como centro internacional revolucionario. En este aspecto la teoría pablista de los siglos de transición, que constituyo la base teórica de la capitulación centrista frente al estalinismo, marca el paso del centrismo latente a su expresión manifiesta, y refleja ademas de un modo preciso como solo una minoría muy exigua de la dirección, puede llegar a asumir plenamente el marxismo. Esta capitulación centrista permitió al estalinismo consolidar la contrarrevolución pequeño burguesa, impidiendo el desarrollo de una lucha revolucionaria de amplias proporciones, de modo que los estalinistas pudieron en los años cincuenta aislar y sojuzgar las revoluciones proletarias de Europa Oriental y China, exterminando a la vanguardia proletaria abandonada y traicionada, por los lacayos centristas del estalinismo. A su vez la liquidación de la IV Internacional impidio a los trotskystas asumir el papel de direccion revolucionaria, en aquellos procesos que tuvieron lugar en Europa Oriental, permitiendo que las tendencias centristas y proburguesas asumieran el control de las luchas entre los trabajadores y las burocracias estalinistas, lo que hizo posible el desarrollo y culminación de la contrarrevolución democratico-burguesa entre 1980 y 1992.

Asi pues la falta de una firme y enérgica dirección, permitió al centrismo en los congresos II y III de la IV Internacional, impedir el desarrollo de una política independiente de esta respecto al estalinismo, en tanto que en el cuarto congreso pasaron a la liquidación abierta. Sin embargo la traición pablista y su consecuencia el sojuzgamiento de la revolución proletaria, por la contrarrevolución pequeño burguesa, dando nacimiento a diez nuevos estados obreros deformados, donde no habia habido un proceso de degeneración, indica que la contrarrevolución pequeño burguesa era capaz de reproducirse, y que el centralismo democrático era incapaz de asegurar la continuidad y estabilidad de una dirección revolucionaria.

Esto señalaba el inicio de una crisis que determinaba, la necesidad de plantear un programa de construcción de la sociedad socialista, frente a los planteamientos transicionales incapaces de impedir la reproducción de la contrarrevolución pequeño burguesa; al tiempo que planteaba también la necesidad de una centralización capaz de estabilizar la vanguardia proletaria, haciéndola inmune a la degeneración pequeño burguesa. La reproducción de la contrarrevolución pequeño burguesa y la degeneración pequeño burguesa de la dirección de la IV Internacional, que llevo a su liquidación como centro internacional de la revolución proletaria, abre la crisis de la Supertransicion plateando la insuficiencia del Programa de Transición de la misma forma que la IV Internacional, para vencer a la contrarrevolución pequen’o burguesa y al centrismo liquidador. Sin embargo a la vista de los acontecimientos ocurridos podemos decir que si la IV Internacional no hubiera sido liquidada por el Pablismo, esta habria conseguido asumir la direccion de las lucha contra la burocracia estalinista en el estado obrero Sovietico, en los estados obreros deformados de Europa Oriental. El resultado habria sido que la desintegracion del estalinismo no habria determinado un triunfo de la contrarrevolución democratico-burguesa, con el correspondiente fortalecimiento del imperialismo, sino una profundizacion y un reforzamiento del socialismo con la consiguente desintegración del capitalismo. El centrismo liquidador de la IV Internacional es responsable del fracaso de todas esas perspectivas, asi como de las consecuencias negativas que para la clase obrera ha tenido su nefasta politica liquidadora.

Puede decirse que el centrismo reprimido por el centralismo democrático, no habia sido vencido, y esto no era casual pues el proletariado carecía de un programa revolucionario para construir el socialismo, teniendo tan solo un programa transicional para destruir el capitalismo.

El leninismo en tanto que tal representa un programa transicional para destruir el capitalismo, siendo su expresión organizativa el centralismo emocrático. Este programa era suficiente para luchar contra la socialdemocracia, pero es insuficiente para luchar frente a la contrarrevolución pequeño burguesa, del mismo modo que su expresión organizativa el centralismo democrático, es insuficiente para garantizar la estabilidad de la dirección revolucionaria que exige dicha lucha.

Señalaremos que las purgas que siguieron al desarrollo de la revolución social en los estados obreros deformados de Europa Oriental, expresan con toda claridad que el estalinismo debió destruir la amenaza de la revolución proletaria sofocándola por medio de la contrarrevolución pequeño burguesa, realizando la delimitación estalinista de la revolución proletaria y de la contrarrevolución estalinista, sobre la situación centrista que se genera en Europa Oriental tras la revolución social. En China la situación centrista se prolongo a todo lo largo de la época que va desde 1949 hasta la etapa culminante de la Revolución Cultural, a partir de lo cual comienza el reflujo, que tras la muerte de Mao, determina que junto con la liquidación de la etapa centrista del estado obrero deformado, se produzca la transición de la contrarrevolución política a la contrarrevolución social. En este aspecto tenemos que en China el completo desarrollo de la contrarrevolución pequeño burguesa coincide con el desarrollo de la contrarrevolución burguesa, que indica que la burocracia china solo puede mantener sus privilegios de consumo, procediendo a la reconstrucción social del capitalismo, aplastando por completo al proletariado chino y tomando la única medida que puede permitir a la burocracia china impedir la repetición ampliada de una nueva revolución cultural, que se convirtiera en revolución política.

LA REACCION DEFENSIVA DEL COMITE INTERNACIONAL FRENTE AL PABLISMO

Frente al liquidacionismo pablista surgió una reacción defensiva, negando el carácter del IV Congreso como congreso de la IV Internacional, y no reconociendo como validos mas que los tres primeros congresos. Esta reacción ya implicaba una actitud defensiva, pues las organizaciones que constituyeron el Comité Internacional, no se decidieron a reconstruir la IV Internacional como centro internacional revolucionario, sino que opusieron una defensa pasiva frente a la destrucción activa de la IV Internacional. La prueba de ello es que dicha reacción defensiva, no determino la reconstrucción de la IV Internacional, por medio de un congreso que anulara la acción de la dirección pablista, declarando el Congreso de 1953 como congreso liquidacionista y nulo a todos los efectos con independencia de que los liquidacionistas tuvieran mayoría o no pues el programa no esta sometido a la fiscalización de mayorías o minorías, y solo puede ser valorado en función del materialismo dialéctico. De modo que puede decirse que asi como los estalinistas, se pusieron fuera de la III Internacional, al sustituir el marxismo con la teoria de la revolución por etapas separadas y el socialismo nacional, del mismo modo, el congreso de 1953 era un congreso antitrotskysta. Sin embargo el comité realizo una capitulación implícita, al dar solo lugar a la formación de un Comité Internacional, que constituyo la continuidad de la IV Internacional frente al liquidacionismo pablista.

El abandono del Comite Internacional por el SWP en los años sesenta, tendiendo hacia las posiciones pablistas del Secretariado Unificado, marca la primera grieta del Comité Internacional. Y a su vez coincide con la Revolución Cubana, que la dirección de SWP utiliza como argumento para abandonar el Comité Internacional asumiendo implícitamente las posiciones pablistas. Aqui hay que señalar que ante la posición del SWP, surge de este una fracción (la Tendencia Espartakista), que rachaza la caracterización del régimen de Castro como centrista, indicando que se trata de un estado obrero deformado, considerándolo como un fenómeno semejente a lo ocurrido en China. La Tendencia Espartakista considera que la IV Internacional ha sido destruida, negando que el Comité Internacional represente su continuidad, y planteando que en función de ello la lucha por la reconstrucción esta condenada al fracaso, siendo necesario abrir una lucha por el renacimiento de la IV Internacional. De hecho hay que señalar que el Comité Internacional, en tanto que tal, lo que planteaba de un modo implícito en su negativa a reconstruir la IV Internacional, era esta alternativa desarrollada por los espartakistas. Después siguió la crisis provocada por el POR boliviano, que se resolvió por medio de la creación del Comité Internacional por la Reconstrucción de la IV Internacional, que se propuso como tarea llevar adelante dicha reconstrucción. En esta fase las secciones de Europa Oriental tuvieron una gran determinación, siendo a su vez una época de gran efervescencia política, lo que hizo que otras organizaciones vencieran sus vacilaciones. Las organizaciones que nucleaba la SLL (la organización inglesa), se separaron del Comité Internacional para la Reconstrucción de la IV Internacional, planteando una política centrista de apoyo a los regímenes árabes progresistas y a los movimientos tercermundistas, por encima de los planteamientos de clase; la única diferencia con los pablistas, era la conservación de una ortodoxia formal puramente verbal asi como una campaña de calumnias contra el Secretariado Unificado que no tenia como objetivo real, el atacar la política centrista de los pablistas, sino el encubrir la propia. La formula empleada era esta: «La política nuestra no es centrista porque no somos agentes de la KGB, la de ellos es centrista porque lo son». Puede decirse que todo este conjunto de crisis y delimitaciones, jalonan la historia del Comité Internacional, que representa la continuidad histórica de la IV Internacional, y por tanto la herencia política, ideológica y organizativa del proletariado como clase frente al liquidacionismo pablista. Hasta llegar a la constitución del Comité Internacional para la Reconstrucción de la IV Internacional, que ya plantea sin paliativos, que la diferencia entre el trotskysmo y el centrismo, viene determinada por la negativa del centrismo a reconstruir la IV Internacional bajo cualquier excusa y argumento, estando representado el trotskysmo exclusivamente por aquellos que quieren reconstruir la IV Internacional asumiendo integramente el Programa de Transición.

Este es el momento critico, aquel donde la delimitación política, plantea la reconstrucción de la IV Internacional o la capitulación centrista ante el estalinismo. Puede decirse que la capitulación implícita de las tendencias centristas, habían impedido la reconstrucción de la IV Internacional subordinando las tendencias revolucionarias a una actitud defensiva frente al centrismo, pero ahora que las tendencias revolucionarias determinaban la exigencia de una delimitación clara y sin ambigüedades frente al centrismo las tendencias centristas se hicieron manifiestas, y determinaron la forma manifestada, mas venenosa del centrismo.

LA REACCION DEFENSIVA FRENTE AL INTENTO LIQUIDACIONISTA DE LA OCI FRACCION DIRIGENTE DEL COMITE INTERNACIONAL.

Frente al liquidación!smo de la OCI que pretendía sustituir el Comité Internacional para la Reconstrucción de la IV Internacional, por un reagrupamiento centrista sin principios, se produjo una reacción defensiva por parte de las secciones de Europa Oriental apoyadas por una serie de secciones y por una parte de militantes de la OCI. Ante esta situación la OCI, cuya lucha habia sido mas intensa que otras secciones, y careciendo de argumentos políticos, con que contestar a los planteamientos de aquellos militantes que no aceptaban la política liquidacionista de la dirección de la OCI se inicio una campaña de sucias calumnias, agresiones y violencias, del mas típico estilo estalinista, contra los militantes fieles al programa ya la lucha de la IV Internacional, acusando a los dirigentes contrarios a la capitulación centrista ante el estalinismo y la socialdemocracia, de agentes de la CIA, de la KGB, de provocadores. En definitiva el modo de discutir típico de los pequeño burgueses reaccionarios, que careciendo de argumentos políticos para afrontar los planteamientos de los militantes obreros, recurren al método de las alusiones personales como única alternativa, para poder defender sus indefendibles posiciones, evitando la confrontación política. Los centristas y los calumniadores centristas en particular, carecen de argumentos politicos para afrontar los planteamientos de los militantes obreros, siendo sus únicos argumentos de carácter psicológico, como es el explotar el cansancio generado por una situación de aislamiento, de tensión y de lucha; hecho del que finalmente la dirección es reflejo.

Ello nos vuelve a plantear el problema de que el centralismo democrático, no supera sino que se limita a reprimir las tendencias pequeño burguesas, las cuales permanecen latentes y activas. Liberándose en el momento, en que la lucha exige pasar a una fase superior, lo que determina la capitulación ante el enemigo de clase o sus lacayos.

La cuestion que podemos plantearnos, es, si la lucha llevada a cabo por la LIRCI hubiera podido variar el proceso de desarrollo de la contrarrevolución democratico-burguesa en Europa Oriental. La respuesta es que si, pero siempre y cuando esta lucha hubiera estado cubierta por el conjunto de la organizacion y no hubiera llevado al liquidacionismo por parte de la direccion francesa de la misma. En la lucha emprendida contra el liquidacionismo se reconstruyo un instrumento que servio solo para cubrir la contrarrevolucion democratico-burguesa como revolución politica proletaria. Esta fue la posicion del PORE respecto al desarrollo de la contrarrevolución democratico burguesa en Polonia por parte Solidaridad, que abrio el camino a la contrarrevolución democratico-burguesa que destruyo finalmente la URSS. Todas las organizaciones que desde posiciones presuntamente marxistas apoyaron la contrarrevolución democratico-burguesa en Europa Oriental, traicionaron al proletariado como clase y solo tuvieron la funcion de presentar la contrarrevolucion burguesa como lo contrario de lo que en verdad era.

Por mucho que se luche desde los metodos del centralismo democratico contra el centrismo latente que amenaza a los partidos obreros revolucionarios, el centrismo solo podra ser definitivamente sofocado y aplastado, asumiendo el programa revolucionario que corresponde a la Crisis de la Supertransicion, y adoptanddo como método organizativo del partido el centralismo ideológico. La capitulación centrista frente al estalinismo, tiene su raiz en la insuficiencia del programa, que si bien no constituye una excusa contra la traición, plantea la necesidad de construir una dirección revolucionaria estable, que sea completamente invulnerable a la presión de la oponion publica burguesa y pequeño burguesa. También hemos de señalar que la resistencia a hablar de estas cuestiones pretendiendo que no hace falta buscar alternativas mas vigorasas que las que ya existen, con independencia de las excusas que se utilicen son también una expresión de centrismo reprimido pero latente, que los militantes revolucionarios padecen al haberlo reprimido sin haber llegado a destruirlo, lo que indica que los militantes revolucionarios se ven sometidos a la tensión de unas tendencias reprimidas, pero no vencidas. Se abren pues dos alternativas: 1) La continuación de una alternativa fundamentada sobre el materialismo mecanicista (centralismo democratico). 2) La superación de la causa de las traiciones y fracasos reconociendo que su raiz esta en la insuficiencia del centralismo democratico, siendo necesario asumir el centralismo ideologico como forma organizativa, superdora de dichas limitaciones.

Es necesario dejar muy claro que la insuficiencia objetiva del programa, no anula ni los efectos objetivos de la traición al proletariado como clase, ni la responsabilidad subjetiva de la dirección de una organización obrera, que se convierte en reo de traición con respecto al proletariado como clase, cuando practica una política liquidacionista de la lucha del proletariado como clase. Aun cuando la dirección exprese una tendencia de la base, ello no excusa ni disculpa su traición, por el contrario la agrava, pues la base esta sometida a la alienación que determinan las relaciones burguesas de producción a todos los niveles, en tanto que la dirección, se ha elevado sobre la base con objeto de marcar en cada momento cual es la posición que se debe adoptar frente al enemigo de clase. Por tanto la dirección cuando capitula ante la burguesía aunque sea escudándose en el estado de animo de la base, adoptando una estrategia política liquidacionista, se convierte en un agente de la burguesía en las filas del movimiento obrero, y su comportamiento no tiene otro calificativo que el de alta traición contra la clase obrera.

Si esto no bastara a algunos, le recordaremos, que la burocracia pequeño burguesa en la filas del movimiento obrero, trata de perpetuar la alienación del proletariado como clase.

LA FUNDACION DE LA LIRCI

En 1974, es fundada la LIRCI frente al liquidacionismo de la dirección de la OCI, que a medida que lleva a cabo un proceso de destrucción, desarrolla una feroz campaña del mas puro estilo estalinista. Esta lucha de la IV Internacional que se vera sacudida por un ascenso de la lucha de clases, se enmarca o mejor dicho coincidirá con la Revolución Portuguesa y las gigantescas movilizaciones de España contra el régimen de Franco. Hay que senj alar sin embargo, que los efectos de la traición de la OCI no dejaron de ser experimentados, permitiendo al estalinismo y sus satélites centristas, impedir que las movilizaciones de la Revolución Portuguesa llevaran al proletariado al poder, subordinándose a los militares de izquierda que condujeron a la Revolución Portuguesa a un callejón sin salida, permitiendo la reacción bonapartista que reconstruyo el estado burgués con el apoyo tácito del Partido «Comunista» Portugués, y la cobertura de los centristas que dieron su apoyo critico a los socialdemocratas o estalinistas. De hecho los centristas llaman apoyo critico, a unas reservas verbales, que son solo la cobertura de una capitulación incondicional en los hechos, ante los reformistas.

En España tal acción tuvo su máximo exponente en la intervención en una serie de luchas, donde los centristas y particularmente la LCR procedieron a la liquidación de dichas luchas tras conducirlas a un callejón sin salida; permitiendo que Carrillo lograse llevar a cabo sus sucios pactos con los herederos de Franco, que permitieron salvar a un régimen que se hundía y que era incapaz de mantenerse en pie frente a la gigantesca movilización de las masas.

En estas condiciones la lucha de la LIRCI, aunque no logro impedir, la formación de un régimen bonapartista apoyado en un pacto, entre los dirigentes reformistas del movimiento obrero y el aparato de estado fascista de Franco (cuyo heredero cabeza y continuador es Juan Carlos), fue sin embargo una lucha de enorme importancia, alzando y levantando una alternativa obrera y revolucionaria, frente a las alternativas de traición y capitulación ante los herederos de Franco.

Hoy podemos señalar como lo muestra la política del PSOE con una mayoría aplastante de diputados, que el PSOE no es otra cosa que un reen impotente ante los militares franquistas, siendo este gobierno pese a su mayoría ya la demagogia de los diputados de Alianza Popular y similares, un títere en manos de los fascistas y del imperialismo, que tan solo tiene libertad de acción para llevar a cabo una política antiobrera y antipopular, careciendo de la menor libertad de acción para llevar a cabo una política a favor de los trabajadores y en contra de la burguesía, los militares golpistas y las presiones de los imperialistas norteamericanos y europeos. En esencia este gobierno que preside Felipe González «el diputado de la paz», no es otra cosa, que un decorado de cartón de piedra, tras el cual se justifican las reestructuraciones salvajes, la represión generalizada contra toda actividad que supere lo contenido en los pactos secretos entre los herederos de Franco y los renegados y traidores socialdemocratas y estalinistas.

Sin embargo la experiencia de la lucha del PORE, también señala una perdida constante de efectivos, y una política puramente defensiva de la dirección del PORE frente al centrismo, continuamente resurgido en sus filas. No vamos aqui a hacer un balance global de la política del PORE pues nuestro objetivo es señalar las causas profundas y no coyunturales, que determinan el continuo renacimiento del centrismo en las filas de las organizaciones trotskystas. Por ello vamos a abordar el tema de cual seria la estrategia revolucionaria del partido. La estrategia revolucionaria de la vanguardia proletaria es la síntesis, de las diferentes políticas que la alienación del proletariado como clase debe superar destruyendo el estado nacional, y constituyendo su territorio como Estado Obrero Antinacional sino existe el mismo o integrándolo en el mismo si existiera el Estado Obrero Antinacional. La estrategia de la lucha ha sido ampliamente desarrollada, y no es difícil dilucidarla tratándose de un estado burgués o de un estado obrero deformado o degeneraado; la cuestión es: ¿Cual seria la estrategia revolucionaria en un estado obrero nacional no degenerado? En primer lugar hay que señalar que en la Supertransicion un estado obrero nacional no degenerado o deformado, expresaría un equilibrio inestable entre la revolución proletaria y la contrarevolucion perqueño burguesa. Por ello la V Internacional lucharía por la decantación del mismo, hacia la conversión en Estado Obrero Antinacional o su integración en el mismo si existia. En tanto la V Internacional pudiera llevar a cabo la lucha por medios políticos, seria un estado obrero nacional no degenerado, a partir del momento en que con la excusa que fuera la represión se abatiera contra la V Internacional, el estado obrero nacional no degenerado, se convertiría en estado obrero degenerado, por lo que estaría a la orden del día la lucha por la insurrección armada contra la contrarrevolución pequeño burguesa.

LA RECONSTRUCCION DE LA CUARTA INTERNACIONAL EN 1976

La reconstrucción de la IV Internacional en 1976, por la lucha de la LIRCI, hubiera supuesto victoria del proletariado frente al centrismo liquidador, que pretendía vender al estalinismo la continuidad revolucionaria del proletariado como clase, sino hubiera sido porque las dos liquidaciones habian dejado sin fuerza a la Internacional para llevar a cabo su tarea impedir el desarrollo de la contrarrevolucion democratico-burguesa en la URSS y en Europa Oriental. Sin embargo la debilidad llevo a la LIRCI a apoyar a la contrarrevolución democratico burguesa, identificandola con la revolución politica proletaria.

De hecho cualquier posibilidad de vencer la contrarrevolución pequeño burguesa, parte de asumir que en 1976 tuvo lugar la reconstrucción de la IV Internacional, y que la lucha de la LIRCI, represento la lucha por la continuidad revolucionaria frente al centrismo liquidador, vasallo del estalinismo. Esta cuestión constituye el eje central, sobre el cual descansa el problema de la continuidad histórica, pues la Tendencia Espartakista, con independencia de cualquier otra cuestión, al rechazar la continuidad histórica de la IV Internacional en el Comité de Organización, realiza una capitulación de hecho ante el pablismo, pues sobre la base de la presión de la contrarrevolución pequeño burguesa, la IV Internacional no puede renacer. En definitiva el renacimiento de la IV Internacional, si entendemos como tal la formación de un centro internacional, solo puede ocurrir en función de una lucha implacable por su reconstrucción. Sin embargo dicha reconstruccion condujo a una capitulacion de la Cuarta Internacional Reconstruida frente a la contrarrevolucion democratico-burguesa. Lo que nos dice que el problema que plantea la Tendencia Espartaquista, es que el renacimiento o reforjamiento de la IV Internacional tiene unas exigencias que no fueron satisfechas, lo que anula la acusacion de liquidacionismo contra la misma, pero nos plantea otro problema.

Ahora llegamos al punto crucial que afecta a la propia posición de la Corriente Neotrotskysta. La Corriente Neotrotskysta por sus posiciones, lo que plantea es la caducidad histórica de la IV Internacional y del Programa de Transición. Por ello la pregunta de muchos seria: ¿Siendo asi, que importancia tiene para la Corriente Neotrotskysta la reconstrucción de la IV Internacional?

La Corriente Neotrotskysta surgió de una fracción centrista de la IV Internacional, que sin embargo partió del hecho de que era necesario un nuevo programa revolucionario. Como es lógico esta posición, que llevaba a negar la validez de la IV Internacional pero planteando la búsqueda de un nuevo programa revolucionario, entro en conflicto con la fracción centrista cuya referencia a la IV Internacional, era solo un argumento para negar y liquidar en la practica todo programa revolucionario, que es el rasgo general del centrismo.

El desarrollo de la Corriente Neotrotskysta a partir de una fracción centrista de carácter liquidador como la FOR aunque parezca una paradoja, tiene una profunda razón de ser si consideramos la lucha de clases como un proceso dialéctico y no mecánico. En la medida en que la Tendencia Neotrotskysta buscaba de un modo latente una alternativa revolucionaria a las insuficiencias de la IV Internacional y de su programa. Tras el abandono del PORE a principios de 1979 y poco después de la FOR estableciendo contactos con la FMI(b), también surgida del PORE; la Tendencia Neotrotskysta pudo a través del estudio de «En Defensa del Marxismo» y de una serie de contactos con los espartakistas y otras tendencias como los Autónomos, obtener una visión de la lucha de clases, que le permitió plantear una alternativa revolucionaria a principios de diciembre de 1979 en el trabajo teórico: La Revolución Política Contra el Estado.

El punto débil del trabajo teórico, era el problema de la continuidad histórica de la IV Internacional, que era negado. La Corriente Neotrotskysta siguió su trabajo de investigación de la lucha de clases a todos los niveles, realizando también un estudio del papel que jugaban los movimientos religiosos y mistico-esotéricos, dentro del marco de la lucha de clases, intuyendo que tales movimientos entrañaban como objetivo estratégico la creación de un movimiento de masas fascista. Motivo por el cual la Corriente Neotrotskysta se introdujo en dichos movimientos con tres objetivos: 1) Determinar el grado de influencia de las concepciones reíigiosas. 2) Dar una explicación científica sobre la base del materialismo dialéctico a los fenómenos astrológicos, espiritistas, ovnis, gnósticos, etc., que eran usados para difundir concepciones idealistas ante la falta de una valoración materialista dialéctica de los mismos. 3) Determinar la relación entre dichos movimientos y las organizaciones fascistas, asi como corroborar la correspondencia entre dichas concepciones y el fascismo. Tales objetivos fueron corroborados y realizados con éxito en todos los casos.

Finalmente en 1982 o por mejor decir simultáneamente a nuestra actividad de investigación en el patio trasero de la lucha de clases, lanzamos en mayo el primer numero de la Crisis de la Supertransicion, continuando nuestro proceso de investigación y de estudio de la lucha de clases a todos sus niveles y en todas sus manifestaciones. Esto nos llevo a superar el problema de la continuidad histórica que arrastramos hasta agosto de 1983, fecha en que se realizo este

trabajo.

Quiero destacar, que el estudio a fondo del esoterismo nos ha permitido penetrar en los mecanismos mas sofisticados del condicionamiento ideológico idealista, generado y estructurado en las civilizaciones primitivas al crear todo un conjunto de comportamientos condicionados que con el tiempo se transformaron en incondicionados, formando lo que podríamos llamar un subconsciente colectivo cuyas manifestaciones sirven a la burguesía para invocar una legitimidad metafisca inexistente por completo.

Antes de pasar a analizar las posiciones de los Espartaquistas, me parece importante reproducir el retroceso ideologico hacia las posiciones del PORE, en particular porque si uno asume las posiciones del contrario y puede luego estudiarlas con objetividad, esta en condiciones de profundizar en las limitaciones y contradicciones de las mismas, mucho mas que si desde el principio se ha mantenido a distancia.

LA VALORACION DE LAS LINEAS DIVERGENTES DE LA IV INTERNACIONAL RECONSTRUIDA

Hay dos lineas fundamentales divergentes de la IV Internacional, las lineas divergentes que niegan la continuidad histórica de la IV Internacional, negando la reconstrucción de la IV Internacional en 1976 por la LIRCI y la que reconociendo esta continuidad y esta reconstrucción, afirma que la reconstrucción de la Vanguardia Comunista, pasa hoy por abrir una lucha por la V Internacional, asumiendo la continuidad histórica de la lucha por la reconstrucción de la IV Internacional pero indicando que la reconstrucción ha reprimido el centrismo pero no lo ha superado y vencido.

Las lineas divergentes de la IV Internacional y de la Corriente Neotrotskysta, con independencia de sus diferentes matices, son lineas centristas de carácter liquidador. Pues los objetivos políticos de sus diferentes matices, no son otra cosa que la cobertura política del centrismo liquidador.

En este aspecto hay que señalar que la Corriente Neotrotskysta, por no haber resuelto el problema de la continuidad histórica, considero a la Tendencia Espartakista, hasta el numero dos de Vanguardia Comunista y cuatro de la Crisis de la Supertransicion, como un representante del trotskysmo, compartiendo su valoración del proceso polaco. Fue precisamente un conjunto de problemas que nos planteo la Revolución Polaca, lo nos llevo a la conclusión de que la actitud de fondo de la Tendencia Espartakista, asi como sus calumnias contra Michel Varga o mejor dicho su respaldo a estas calumnias, asi como las propias calumnias dirigidas contra el sindicato Solidaridad, tenían como raiz política su negación de la continuidad histórica de la IV Internacional, después del congreso liquidador del pablismo. Apreciamos a partir de determinar la raiz política de las posiciones espartakistas, el porque de la actitud incomprensible para nosotros de eludir la caracterización política del Sindicato Solidaridad como la hacíamos nosotros en el numero 3 de la Crisis de la Supertransicion; diciendo que Solidaridad era un sindicato de la CIA, lo que constituía la sustitución de la argumentación política por una actitud de carácter calumniador.

A partir de este momento fue cuando pudimos resolver el problema de la continuidad histórica, pudimos darnos cuenta de que la actitud calumniadora de los espartakistas, se debia a la negación de la continuidad histórica de la IV Internacional a través de la lucha del Comité Internacional, constituyendo una posición centrista de carácter capitul ador, que impidió la apertura de una verdadera lucha por la reconstrucción de la IV Internacional, en la fracción disidente del SWP. También comprendimos que era nuestra actitud centrista de negar la continuidad histórica, lo que nos impedia hacer una caracterización precisa, del verdadero significado de la dirección filoburguesa de Solidaridad, que constituía no una inversión dialéctica de la revolución en contrarrevolución, sino un proceso de reacción dentro de la revolución.

La Corriente Neotrotskysta de esta forma se apoya y considera validas las posiciones de la IV Internacional sobre Polonia, pero considera que las alternativas de la IV Internacional, no llevan a la superación de la contrarrevolución pequenTo burguesa, la cual hoy en le medida que tiende a unificarse con la contrarrevolución social, exige un programa revolucionario para construir la sociedad comunista, y un partido obrero organizado sobre la base del centralismo ideológico.

Creo que la importancia de la continuidad histórica, tema que ha sido desarrollado en este capitulo y en el anterior ha quedado plenamente demostrado, pues la ignorancia de la continuidad histórica con independencia de las intenciones subjetivas, conduce al centrismo y constituye el núcleo articulador de la ideología burguesa, la cual al tener su eje articulador en torno a la propiedad privada cuya seguridad se pretende perpetuar frente a la amenaza colectiva del medio, tiende siempre a negar la historia o a olvidarla, o a lo sumo a considerarla como una mera repetición cíclica. En esencia el olvido es parte integrante de la ideología burguesa, para conservar su esencia generatriz que es la propiedad privada; se trata de cambiar las formas de la propiedad privada, conservando sus eternos e invariables contenidos. La etica y la moral eternas no son otra cosa, que el hombre burgués, que emerge eternamente diferenciándose del medio social en función de su propiedad, como el instrumento que le permite desarrollar y afirmar su individualidad frente al medio. Finalmente tenemos la individualidad absoluta la que vela por la propiedad moral del hombre su alma inmortal, expresión sublimada del particularismo social de la propiedad privada, y de la cual el estado burgués como encargado de hacer cumplir el imperativo categórico en la Tierra constituye la encarnación de la idea absoluta.

En esencia tras el olvido del centrismo no hay ninguna inocencia o ingenuidad sino la presión implacable de la ideología burguesa, de la que no se puede escapar ignorándola sino luchando de una manera implacable, hasta romper y destruir el condicionamiento ideológico de la propiedad privada, la individualidad moral o alma inmortal (empleando términos místicos), que no es otra cosa que la muerte de la libertad humana por obra de la propiedad privada.

Evidentemente las cuestiones abordadas exigen una profundizacion mayor en la misma linea, de pensamiento. Aun estamos en la duda entre las nuevas y las antiguas posiciones, algo que me ha parecido importante reproducir, pues de lo que se trata no es de reprimir las dudas sino de superarlas.

LA RECONSTRUCCION DE LA IV INTERNACIONAL Y LA LUCHA DE CLASES

a reconstrucción de la IV Internacional y la lucha de clases, nos pone sobre el tapete el problema del centralismo democrático, el cual no destruyo al centrismo limitándose a reprimirlo. A su vez tenemos que actualmente las tendencias centristas reciben un estimulo continuamente renovado, por el proceso de desintegración del movimiento obrero, que determina un avance político de la reacción burguesa y pequeño burguesa.

En estas condiciones la libertad de concieencia frente al centralismo ideológico, que suprime drásticamente la posibilidad de capitular ante el reformismo, no es otra cosa que reclamar el derecho a poder traicionar al proletariado como clase; derecho que el proletariado no puede permitirse hoy el lujo de conceder.

La disciplina del centralismo ideológico, que es la que aplica el Partido Neotrotskysta, implica que todo militante del Partido Neotrotskysta, como paso previo a su admisión a miembro de pleno derecho, debe someterse a toda una serie de pruebas psíquicas, que determinen la destrucción de su personalidad burguesa y la formación de una personalidad proletaria.

El Partido Neotrotskysta, tiene el conjunto de medios para saber quienes pueden sufrir esas pruebas y quienes no, habiendo desarrollado plenamente el conjunto de procedimientos, que le permiten aplicar y establecer la disciplina del centralismo ideológico. Del mismo modo que un partido leninista, no admite a quien no sea capaz de someterse a la disciplina del centralismo democrático, el Partido Neotrotskysta no admite en sus filas a nadie que no pueda someterse a la disciplina del centralismo ideológico, pues nosotros no reconocemos a nuestros militantes el derecho a traicionar a la clase obrera, y la norma para ingresar es la perdida irreversible de ese derecho.

Algunos dirán que esto supone la perdida de la libertad, a lo que nosotros respondemos que la libertad ideológica, no supone el derecho a creer en cualquier cosa, que es la forma burguesa de negar la libertad ideológica. La libertad ideológica presupone el conocimiento pleno y total de la realidad tal cual es, y en la medida en que la realidad es el devenir dialéctico de la materia, la realidad solo puede ser asumida sobre la base de la concepción del mundo que genera el materialismo dialéctico. Sin embargo la personalidad burguesa es una obstáculo objetivo, a la plena integración del materialismo dialéctico en la conciencia humana, pues la personalidad burguesa al tener su asiento sobre el particularismo social de la propiedad privada, entra en una pugna completa con el materialismo dialéctico que constituye su negación. Por tanto la destrucción de la personalidad burguesa, que el partido exige como previo a su ingreso en el mismo, constituye la expresión mas alta de la libertad ideológica que un ser humano pueda alcanzar, pues implica la completa y total emancipación de los condicionamientos psíquicos del particularismo social de la propiedad privada, fuente de todas las fobias, angustias y sufrimientos psíquicos que padecen los humanos.

Un militante del Partido Neotrotskysta, es una mujer o un hombre que ha sido liberada o liberado, de todos los condicionamientos ideológicos aristocratico-burgueses, ya sean conscientes o inconscientes. La libertad como decia Engels parafraseando a Hegel es el conocimiento de la necesidad; el cual solo viene dado por el materialismo dialéctico.

A este respecto creo que seria conveniente, tener en cuenta que el problema de la dirección revolucionaria, debe ser planteado a dos niveles, como son la constitución de la misma en función de un balance politico-ideológico sobre la base del materialismo dialéctico, y el desarrollo político de la misma como eje articulador de la reorganización del proletariado como clase. Sobre esta base hay que señalar que la formalidad organizativa o política, de como debe nacer un partido, tiene una excepción, que es la imposibilidad de determinar el nacimiento de un partido o mejor dicho de la V Internacional, del mismo modo que nacieron la I, la II, la III y la IV Internacional. La V Internacional parte de la base, de que la alternativa programatico-organizativa para llegar al comunismo, no puede salir directamente del proceso de desarrollo de la lucha de clases, pues tal actitud equivaldría de hecho a una capitulación implícita ante el centrismo. La V Internacional considera que la construcción de la sociedad comunista es un vasto proyecto de ingeniería social, que debe ser desarrollado antes de ser acometido, por medio del materialismo dialéctico, determinando con toda precisión los medios y las lineas generales de construcción de la misma, asi como las características generales que debe tener una sociedad comunista; no se trata de determinar como debe ser la sociedad comunista una vez construida, se trata de determinar que características estructurales debe tener una sociedad comunista, para poder llevar a cabo su construcción. La negativa a realizar un programa o modelo teórico para construir la sociedad comunista, es en la crisis de la Supertransicion con independencia de los argumentos empleados una actitud centrista.

CARACTERIZACION RIGUROSA DEL CENTRISMO

Antes de poder definir con todo rigor el centrismo, haciendo su caracterización, no es necesario responder a una pregunta: ¿Hasta que punto la burocracia estalinista, es independiente con respecto al imperialismo?

En primer lugar se hace necesario señalar que la burocracia estalinista, solo es independiente del imperialismo, en la medida en que se apoya sobre el estado obrero. Pero al mismo tiempo sus privilegios como capa social le obligan continuamente a destruir el estado obrero, por medio de formas de distribución burguesas, que hacen que la economía de mercado acabe distorsionando la distribución socialista hasta convertirla en una ficción, que forzosamente en la medida en que se desarrollan las tendencias a la acumulación de medios de consumo, producen una distorsión cuantitativa del proceso productivo. En este aspecto la burocracia estalinista tiende forzosamente a convertí se en el exterior y en el interior en una agencia del imperialismo, en la medida en que toda revolución amenazando con desbordar los limites impuestos al proletariado por la contrarrevolución pequeño burguesa, amenaza los privilegios de la burocracia, cuyo argumento político fundamental es la carencia de toda posible alternativa fuera del capitalismo, a su socialismo real.

La burocracia estalinista, que socialmente en tanto no lleve a cabo la destrucción del estado obrero, tiene una posición bonapartista entre la contrarrevolución burguesa que ella misma genera y cuyas fuerzas reconstruye, y la revolución proletaria que reprime de un modo sistemático.

En este aspecto la movilización del proletariado polaco, no es una casualidad, constituye una confrontación entre la contrarrevolución política, que pretendía introducir a través del poder de la burocracia el capitalismo de una forma gradual, y la revolución proletaria que ha rechazado dichas reformas tendentes a la restauración del capitalismo. En esencia la movilización del proletariado polaco contra el estalinismo, constituye la prueba de que la contrarrevolución social no puede ser introducida gradualmente, sino que debe apoyarse en una represión sangrienta e implacable, frente a la cual las purgas estalinistas de los años treinta y cincuenta, no pasarían de ser una mera escaramuza.

La Revolución Polaca y la creación de Solidaridad, un sindicato sostenido por diez millones de obreros, no ha sido una mera lucha contra el aparato policiaco estalinista, sino la respuesta de la clase obrera polaca a las reformas estalinistas, tendentes a restaurar el capitalismo en Polonia.

A partir de ahora estamos en condiciones de definir el centrismo con toda precisión, sobre la base de constatar la existencia de una continuidad en la lucha de clases, que va mas alia de la propia posición que los trabajadores asumen conscientemente de un modo espontaneo. El centrismo a partir de la negación de esa continuidad, o reconociéndola solo de un modo restringido, ademas de ser la justificación política del reformismo, constituye el elemento que trata continuamente de impedir que la lucha espontanea se transforme en consciente, impidiendo que las masas obreras tomen conciencia de esa continuidad.

Hay que señalar que el centrismo esta contenido implicitamente en las posiciones revolucionarias, donde se considera la dirección revolucionaria siempre negativamente, como una ncesidad impuesta por el enemigo, pasando por alto que las tendencias pequeño burguesas, también deben ser vencidas; siendo la institución del centralismo democrático insuficiente para superar y vencer estas tendencias, debe ser superado por medio del centralismo ideológico, que no se limita a reprimir organizativa y politicamente las tendencias pequeño burguesas, sino que en los militantes sometidos a la disciplina del centralismo ideológico determina la destrucción de dichas tendencias pequeño burguesas, dando como resultado una dirección revolucionaria estable que permite mantener las posiciones revolucinarias, con independencia de cual sea la coyuntura por la que atraviese la lucha de clases. Lo que es necesario en función de las dificultades que plantea la lucha de clases. De modo que el rechazo del centralismo ideológico a la vista de las limitaciones que plantea el centralismo democrático, es una defensa de la personalidad burguesa, contraria a las necesidades del proletariado como clase, y en la Supertransicion contiene implícitamente, la defensa del derecho centrista a capitular frente al reformismo. Pues el centrista definido psíquicamente, no es otra cosa que un reformista reprimido.

Antes de terminar señalaremos: el golpe de estado del ejercito estalinista polaco, representa el fracaso de la burocracia estalinista, de su intento de introducir el capitalismo por etapas frente a la rebelión de la clase obrera polaca; por lo cual esta da su siguiente paso del brazo de los militares, prueba de ello es la subida al poder de Andropov el jefe de la KGB, asi como la destacada participación de la Iglesia Ortodoxa en los funerales de Breznev.

EL NEOTROTSKYSMO

El neotrotskysmo no es algo que surgiera de un modo acabado, sino el producto de una confrontación con la ideología burguesa. El Neotrotskysmo tomo como punto de referencia la IV Internacional Reconstruida, partiendo primero de considerar al leninismo como una deformación del marxismo, en su primer planteamiento de la necesidad de un programa revolucionario y de una internacional. Llegando en una primera fase a plantear el rechazo del marxismo, sin embargo esta tendencia llego a establecer la continuidad histórica después de negarla, porque su objetivo fundamental no era reprimir la ideología burguesa sino vencerla. Y a este respecto quiero destacar que el centrismo niega explícitamente su naturaleza liquidadora, aunque la asume de un modo implícito en la practica. De hecho la Corriente Neotrotskysta asumia de un modo explícito las posiciones centristas y liquidadoras, buscando sinceramente una alternativa revolucionaria al marxismo-leninismo.

Esta sincera búsqueda de una alternativa revolucionaria, es la que caracteriza a una tendencia proletaria, frente a una tendencia pequeño burguesa, donde la ambigüedad y la duplicidad son manifiestas.

A través de esta búsqueda la Corriente Neotrotskysta debió ir reconstruyendo toda la historia del movimiento obrero, y el método usado se pareció por su forma al psicoanálisis; de modo que todas las tendencias y manifestaciones de la ideología burguesa latentes y reprimidas fueron saliendo gradualmente, a través de un psicoanálisis marxista, hasta llegar al complejo central generador de todas las tendencias centristas, la personalidad burguesa, que fue plenamente objetivada y destruida.

En definitiva puede decirse que esto permitió elaborar un programa y un método, para resolver defitivamente la crisis de la humanidad, la crisis de la dirección revolucionaria. Asi analizando el problema con todo rigor, diremos que por medio del centralismo democrático, la represión de la personalidad burguesa, tiende a encontrar una sublimación dinámica en la acción militante o revolucionaria.

No caeremos en la trampa de hacer una caracterización psicológica de la IV Internacional y de los centtrislas, pues esto seria una aberración, ya que la psicología estudia el reflejo de las relaciones sociales de producción en la conciencia de los individuos, y no la relación objetiva entre las clases que son el producto generado por la relaciones sociales de producción. La política y la ideologia, son pues el producto de las relaciones sociales de producción, y todo intento de hacer una valoración psicológica de la política y la ideología, constituye una regresión hacia el subjetivismo de las pasiones, pese a que se encubra con una fraseología científica.

Supongo que los lectores pensaran que nos contradecimos, pues por un lado proponemos una psicología marxista, que es el modo de estructurar el partido bajo la disciplina del centralismo ideológico, y por otro nos negagamos a hacer una caracterización de las posiciones políticas e ideológicas en función de valoraciones psicológicas. La cuestión sin embargo no tiene nada de paradoja, el marxismo establece a nivel colectivo la motivaciones de la conducta y sus causas. De modo que las motivaciones de los individuos, no son otra cosa que el reflejo particularizado de las relaciones sociales de producción en la conciencia de los individuos, a nivel «tanto consciente como subconsciente. Expresando la subconsciencia el condicionamiento incondiconado o latente, en tanto que la consciencia expresa el condicionamiento condicionado o manifiesto. Aclaro que usamos el termino conciencia no en el sentido opuesto a inconsciente, sino como conjunto estructurado de los condicionamientos de carácter psicoideologico.

Si quisiéramos expresar la cuestión en términos libidinosos, diriamos que los comportamientos y actitudes de los individuos, vienen determinados por el desarrollo particularizado de la libido del sujeto, en función del impacto particularizado que las relaciones sociales de producción hayan determinado en el marco de los condicionamientos ambientales y hereditarios. Entendiendo las relaciones de producción como integradas por la relaciones de propiedad y distribución.

Para concluir señalariamos que la Corriente Neotrotskysta, considera que la IV Internacional, expresa una relación que se establece en una etapa de crecimiento de las fuerzas productivas, expresando que el crecimiento de las fuerzas productivas es coyunturaImente posible en función de de una etapa de transición donde se combinan las formas de producción burguesas con las socialistas; pero en la Supertransicion, donde la IV Internacional representa la continuidad revolucionaria pasiva frente a la contrarrevolución pequeño burguesa, la posibilidad de un crecimiento de las fuerzas productivas sin pasar por la destrucción revolucionaria de todas las formas burguesas de producción, según los planteamientos históricamente caducados de una economía transicional, serian solo la cobertura de la contrarrevolución.

RELACION ENTRE LA IV INTERNACIONAL Y LA V INTERNACIONAL

El desarrollo de las fuerzas productivas, hace posible el comunismo hoy mismo, eliminando la necesidad de una etapa de transición entre el capitalismo y el socialismo. Es sobre esta base sobre la cual descansa la caducidad histórica de la IV Internacional. El desarrollo de las fuerzas productivas ha alcanzado el nivel que permite pasar al comunismo, estando expresado dicho desarrollo, por el estado actual de avance de las ciencias aplicadas, que a través de la tecnología espacial y militar, indican que es posible realizar la sociedad comunista.

Las dificultades son exclusivamente políticas e ideológicas, por ello la reconstrucción de la IV Internacional llevada a cabo en 1976, ha tenido como contenido revolucionario, la conquista de la continuidad histórica frente al liquidacionismo centrista, siendo la conquista de la continuidad histórica, lo que ha permitido llegar a la V Internacional.

La IV Internacional es tácticamente revolucionaria y estratégicamente centrista, ya que su función como partido es negar la Crisis de la Supertransicion, lo que la convierte en el ala izquierda de la contrarrevolución pequeño burguesa. La IV Internacional no podría sobre la base del programa transicional, si asumiera la dirección del movimiento obrero, abrir el camino hacia el socialismo, sino realizar una renovación democrática de la contrarrevolución pequeño burguesa. A la vuelta de pocos años las formas residuales de las relaciones burguesas de producción, de los diferentes estados obreros nacionales y las diferencias económicas entre los mismos, determinarían una reproducción de la burocracia y un incremento de la conflictividad entre los estados de la federación mundial de repúblicas obreras, y finalmente una serie de crisis y guerras, que acabarían con la flamante federación mundial de estados obreros. Y la democracia obrera seria liquidada por una omnipotente burocracia pequeño burguesa renacida, que seria el producto de la política transicional, fundada sobre el proceso de extinción de las formas burguesas de producción en función del desarrollo de las fuerzas productivas. Pasando por alto que las formas burguesas de producción son un obstáculo objetivo al desarrollo de las fuerzas productivas, y que estas no se extinguen sino que deben ser extinguidas, por medio del Estado Obrero Mundial en su expresión política, del comunismo de guerra en su expresión económica y de la socialización de las funciones económicas de la familia en su expresión social.

El programa político de la V Internacional se resume en seis puntos que son:

1) Completa colectivización de la agricultura.

2) Integración de la producción agropecuaria en la producción industrial.

3) Integración de la producción domestica en la producción social.

4) Supresión de toda forma de relaciones de producción empíricas (trueque o economía monetaria), realizando una economia planificada a todos los niveles.

5) Formación de un Estado Obrero Antinacional, donde se irán integrando todos los territorios ganados por la revolución comunista, hasta formar el Estado Obrero Mundial.

6) La transición política al socialismo se hace sometiendo la totalidad de las fuerzas productivas a la dictadura de clase del proletariado, por medio del comunisno de guerra. La sociedad debe en la etapa de transición al comunismo, en la medida en que es transformada, ser totalmente absorbida por el estado obrero.

Con estos seis puntos establecemos el programa político de la V Internacional, que no tiene por objeto realizar la transición al socialismo desarrollando las fuerzas productivas, pues las fuerzas productivas ya tienen el desarrollo objetivo que corresponde al socialismo, sino el someter a las fuerzas productivas a la dictadura de clase del proletariado, momento en que sera alcanzado el socialismo. Si bien en el momento de concluir este párrafo creo que lo correcto seria decir: libertar a las fuerzas productivas de la cautividad que sufren por parte de la dictadura de clase de la burguesía poniéndolas bajo la dirección de la dictadura de clase del proletariado, único momento en que las fuerzas productivas alcanzaran la plena capacidad para emanciparse totalmente, al desaparecer todas las restricciones que el particularismo social de la propiedad privada bajo cualesquiera de sus formas, impone sobre el desarrollo de las fuerzas productivas.

La libertad es la emancipación de las fuerzas productivas de todas las restricciones que sobre ellas impone el particularismo social de la propiedad privada.

CONCLUSIONES FINALES

Llegamos pues a las conclusiones finales, que nos permiten establecer con toda precisión, que no es el exceso de centralización la causa del estalinismo, sino la falta de centralización.

Hay que señalar que uno de los tipicos mitos burgueses y pequeño burgueses, es el considerar que la burocracia estalinista controla la situación económica en la URSS, cuando es solo el reflejo de la dispersión y de la anarquía económica, que generan las relaciones burguesas de distribución, combinadas con las formas de producción pequen’o burguesas del sector agropecuario y la economía monetaria.

La afirmación de que las fuerzas productivas han dejado de crecer es rigurosamente exacta, en la medida en que el sistema burgués no se fundamenta en la renovación tecnológica para su desarrollo, sino en el crecimiento del mercado. Sin el crecimiento cuantitativo del mercado, la renovación tecnológica del capitalismo, a lo que conduce es a una destrucción de fuerzas productivas.

De hecho el capitalismo colonial, que en el caso de Francia y Gran Bretaña sometía a inmensos territorios, carecía de medios para mantener bajo su dominio a aquellos territorios sobre la base de una completa liquidación de las formas precapitalistas de producción, por lo que en su esencia se limitaba en muchos casos, a subordinar los modos de producción precapitalistas, a las necesidades de un mercado capitalista. De ahi que sobre la base de este sistema, se dedicase a pactar con los jefes y reyezuelos, que obtenían protección, y que servían de aliados al imperialismo. Hay que señalar que sin embargo este fenómeno no llegaba a quedar localizado, pues la explotación de dichos territorios, aunque estuviese limitada a los recursos naturales, determinaba una deteriorizacion y un descontento, asi como la creación de una población sobrante, que permitía a las burguesías metropolitanas obtener una mano de obra barata y poco exigente. Con el tiempo estas masas sentaron las bases sobre la cual se hizo posible la independencia de las excolonias, después de la II Guerra Mundial Imperialista. Hay que señalar, que ya durante la guerra, los beligerantes se vieron obligados a intensificar la explotación de los recursos humanos y naturales de las colonias, que alteraron el equilibrio social que permitía al imperialismo anglo-francés, dominar enormes territorios con contingentes militares poco numerosos.

Tras la Segunda Guerra Mundial Imperialista, los dirigentes de los nuevos estados, solo podían estabilizar la situación creando una infraestructura político-militar, que permitiese a las burguesías indígenas manterner el control de la situación, frente a las masas decepcionadas por los escasos frutos que para ellas habia traido la independencia nacional, permitiendo a las burguesías indígenas mantenerse en el poder y cortar las veleidades de revolución social en los nuevos estados.

De esta forma las burguesías indígenas se vieron obligadas a intensificar la explotación de sus recursos, por lo cual debieron de suprimir las formas de producción precapitalistas conjuntamente con la creación y desarrollo de una infraestructura económica burguesa. Esta infraestructura económica burguesa, que determino la intensificación de la explotación de los recursos económicos de las excolonias, dio lugar a un crecimiento del mercado que sobre la base de la renovación tecnológica determino un desarrollo coyuntural de las fuerzas productivas, que acabo cuando no hubo nuevas formas de producción precapitalistas que someter al modo de producción capitalista.

La ley que regula el desarrollo capitalista de las fuerzas productivas puede eneunciarse asi: El desarrollo de las fuerzas productivas bajo el capitalismo, tiene como condición el sometimiento de los modos producción precapitalistas a los modos de producción capitalistas y la sustitución de los modos de producción precapitalistas por los modos capitalistas de producción en la segunda etapa.

Esta ley fue enfocada por Rosa Luxemburgo en su obra «La Acumulación del Capital» bajo la rubrica equivocada, de la imposibilidad para el capitalismo de realizar la plusvalía dentro el marco del régimen de producción capitalista. El capitalismo puede realizar la plusvalía ya sea en forma progresiva, expandiendo las formas de producción capitalista por medio de las armas de la renovación tecnológica; o de forma regresiva, utilizando la renovación tecnológica para destruir fuerzas productivas, como esta haciendo en la actualidad.

Antes de concluir señalaremos que con la independencia de las colonias, el estado nacional realizo su ultimo rol progresivo, la desaparacion de las formas producción precapitalistas, que solo podian llevar a cabo las burguesías indígenas y las burocracias pequeño burguesas de los estados obreros deformados, surgidos en el proceso de revoluciones democratico-burguesas, que dieron nacimiento a los nuevos estados tras la Segunda Guerra Imperialista Mundial.

El nacionalismo, es hoy contrarrevolucionario en todos los casos, ya que los propios estados burgueses de las burguesías compradoras han cumplido su función histórica.

TEXTO REALIZADO DESDE LA PERSPECTIVA ESPARTAKISTA

El texto se fundamenta sobre los siguientes nueve puntos de la plataforma de la Tendencia Espartakista Internacional (TEI). Los cuales son:

1) No a cualquier apoyo electoral o político a los frentes populares; por una oposición condicional a los partidos obreros en coaliciones explícitas o implícitas de colaboración de clases.

2) Mantener la teoria trotskysta de la revolución permanente; por una dirección proletaria de la lucha nacional/social.

3) Apoyo militar a las fuerzas nacionalistas pequeño burguesas en lucha contra el imperialismo, pero ningún apoyo político en absoluto a tales fuerzas; por partidos trotskystas en todos los países.

4) Defensa incondicional de todos los estados obreros deformados/degenerados contra el imperialismo; por la revolución política contra la burocracia; ningún apoyo político a fracciones y camarillas estalinistas en pugna.

5) Contra la violencia dentro del movimiento obrero.

6) Por fracciones comunistas en los sindicatos, basadas en el Programa de Transición.

7) Por la táctica comunista del frente único desde arriba; por la táctica de los reagrupamientos para unir a los revolucionarios subj etivos en partido de vanguardia; por el desenmascaramiento intransigente del centrismo.

8) Rechazo de las pretensiones de las «internacionales» pretendidamente trotskystas de repressentar la IV Internacional destruida por el pablismo en 1951-53.

9) Reforjar una IV Internacional democrático-central isla que no se detendrá hasta alcanzar la dictadura del proletariado.

Estos son los nueve puntos de la plataforma de la TEI que vamos a examinar.

PRIMER PUNTO DE LA PLATAFORMA DE LA TEI

El punto primero plantea la negativa a cualquier tipo de apoyo electoral o político a los frentes populares. Al mismo tiempo que una oposición condicional a los partidos obreros en coaliciones explícitas o implícitas de colaboración de clases.

La razón de ello radica en que el objetivo del Frente Popular, es la renovación o legitimación política del estado burgués, cuando el desarrollo de la lucha de clases cuestiona la existencia del mismo, planteando a las masas obreras la necesidad de rebasar los limites máximos del estado burgués (la democracia burguesa). Ello implica que el frente popular no es otra cosa que una compresión violenta de la lucha de clases, dentro de los limites impuestos por la dictadura de clase de la burguesía. Lo cual es coherente con el hecho de que la democracia burguesa tiene por limite la dictadura de clase de la burguesía. En esta tarea los estalinistas, no tienen otra función que deshacer y destruir por medio de la democracia burguesa, la capacidad combativa del proletariado politicamente como clase frente a la burguesía, permitiendo si tiene éxito, que la burguesía recupere democráticamente el poder, una vez que las masas están cansadas y desmoralizadas, por la progresiva y democrática política de izquierdas en beneficio de la burguesía y en contra del proletariado. En cambio sino tiene éxito pleno la desmoralización lograda, suele ser lo bastante eficaz para permitir la renovación fascista o bonapartista de la dictadura de clase de la burguesía.

La oposición condicional a los partidos obreros que planteen explícitamente o implícitamente la colaboración de clases parte del hecho de que en tanto dichos partidos pudieran encontrarse forzados a defenderse bien sea ante la presión de las masas, o la amenaza de la contrarrevolución burguesa. Pudiendo verse obligados a asumir una política en contradicción con las formulas de colaboración de clases, tanto para evitar perder ascendiente sobre las masas como para salvar sus propias personas frente a los matones de la burguesía.

En este caso se deben establecer lineas de acción tendentes a: 1) Obligarles a comprometerse en una linea de clase, 2) apoyar todas las medidas tendentes a romper la colaboración de clases y a definir una linea de clase, 3) no olvidar jamas que los partidos reformistas solo asumirán lineas de clase como un recurso táctico y jamas como un objetivo estratégico, ello determina que las direcciones de tales partidos, consideren la ruptura de la colaboración de clases como un recurso excepcional destinado simplemente a restablecer las condicones para volver a la normalidad, la colaboración de clases, 4) ello determina la necesidad de llevar a cabo una denuncia implacable de todas las inconsecuencias y contradicciones de dichos partidos, partiendo del hecho de que al igual que la oposición debe ser condicional, del mismo modo la colaboración o apoyo de dichos partidos debe ser condicional no dejando de denunciar y combatir todas las inconsecuencias que supongan una reanudación de la colaboración de clases.

PUNTO SEGUNDO DE LA PLATAFORMA

El punto segundo de la plataforma dice que debe mantenerse la teoria trotskysta de la revolución permanente; por una dirección proletaria en la lucha nacional/social.

La revolución permanente implica de hecho la no separación por etapas de la revolución, que seria simplemente una vuelta a la doble versión del programa máximo y del programa mínimo de la socialdemocracia. Programa que feneció en 1914 con la socialdemocracia, cuando la guerra imperialista puso sobre el tapete la extinción del papel progresivo del capitalismo en el desarrollo de las fuerzas productivas, asi como la caducidad política de la etapa reformista del movimiento obrero, donde la lucha practica se limitaba a reformar el capitalismo, para obtener las mejores condiciones de lucha para la clase obrera, con vistas a crear las condicones óptimas, para derrocar el capitalismo en un futuro indeterminado.

Las contradicciones que habían de llevar a la guerra imperialista y a la quiebra de la socialdemocracia, planteando la necesidad de un programa de transición, que enlazara la lucha económica y las reformas contra las formas mas lacerantes de la explotación de clase, con la lucha política por el establecimiento de un poder revolucionario, sobre la base de un programa de transición, se crearon en virtud de la ley del desarrollo desigual y combinado en Rusia.

Sobre esta base en la Rusia zarista se creo el Partido Bolchevique y se sentó, sobre la base de la practica revolucionaria del mismo, el fundamento del Programa de Transición.

De hecho el Programa de Transición se asienta sobre dos ejes: 1) la acción del partido como vanguardia política que tiene que luchar por asumir la dirección político-organizativa de la mayoría aplastante de la clase obrera y a través de ella de todas las masas oprimidas, convirtiendo al proletariado organizado como clase en el jefe y conductor de todas las masas oprimidas de la ciudad y el campo, 2) para alcanzar este objetivo estratégico fundamental del proletariado como clase para si, el partido debe intervenir en los sindicatos, en todas las luchas obreras y en todos los conflictos donde el régimen burgués vulnere los derechos democráticos; en el caso de los sindicatos para elevar la conciencia de clase de los trabajadores e impulsar las luchas obreras, teniendo como objetivo estratégico en todos los casos, la ruptura de la linea de colaboración de clases. Remarco el termino ruptura de la linea de colaboración de clases, porque lo que hay de común entre la Revolución Bolchevique y la lucha en una huelga hasta conseguir el máximo de reivindicaciones desbordando a los reformistas y ganando a los elementos mas combativos al partido revolucionario, es que en ambos casos se ha producido una ruptura de la linea de colaboración de clases. Habitualmente existe una una actitud izquierdista o sectaria, que identifica la revolución con el activismo continuo y que parece inspirada en la frase Berstein «los objetivos no son nada, el movimiento lo es todo».

PUNTO TRES DE LA PLATAFORMA DE LA TEI

El punto tres plantea el apoyo militar a las fuerzas pequeño burguesas en lucha contra el imperialismo, pero ningún apoyo político en absoluto a tales fuerzas; por partidos trotskystas en todos los países.

El apoyo militar a las fuerzas nacionalistas pequeño burguesas en lucha contra el imperialismo (Isla Mauricio, Nicaragua, El Salvador, Namiwia, Perú, etc.) es parte integrante del proceso de asumir las reivindicaciones democráticas, como palanca hacia la revulucion permanente, cuyo instrumento son los partidos trotskystas (auténticos = ruptura de la colaboración de clases). Lo cual excluye todo apoyo político a tales movimientos pequeño burgueses, cuyo enfrentamiento con el imperialismo, desata fuerzas que el proletariado como clase para si, debe aprovechar para impulsar la revolución democratico-burguesa hasta sus ultimas consecuencias, convirtiendo a través de la dirección proletaria dichas revoluciones democrático burguesas contra el imperialismo en parte integrante de la revolución socialista mundial y liberando a la revolución de la deformación pequeño burguesa, que en mej or de los casos no hará otra cosa que encerrar la revolución social en el marco de un estado obrero deformado, que se convertirá en un obstáculo para la expansión de la revolución y un respiro para el capitalismo, el cual apoyándose en el tira y afloja obtendrá del nuevo estado obrero deformado una colaboración indirecta inextimable, para apagar la extensión del fuego revolucionario por la región.

En el caso de Nicaragua la lucha por levantar un partido trotskysta, una sección nicaragüense de la Tendencia Espartakista esta a la orden del dia. Los puntos fundamentales podrían ser:

1) Defensa militar de la revolución contra la agresión del imperialismo norteamericano.

2) Ruptura con la burguesía local y rechazo de las presiones contrarrevolucionarias del imperialismo norteamericano y de las burguesías de los estados de la zona, asi como de la ingerencia de todas las burguesías en general.

3) Rechazo de la subordinación de la revolución a las instituciones reaccionarias de la democracia burguesa, creando un estado fundamentado en una democracia directa, articulada sobre los consejos de obreros, soldados y milicianos. Cimiento del estado obrero nicaragüense.

4) Luchar politicamente por romper la estrecha concepción nacionalista, apoyando todos lo movimientos en lucha contra los diferentes estados burgueses de la región. Lo que implica romper con la burguesía de América Central y apelar a las masas obreras y campesinas de Méjico, Costa Rica. Honduras, El Salvador, etc., asi como llevar una eficaz colaboración con el movimiento obrero norteamericano para paralizar y neutralizar las maniobras contrarrevolucionarias de la burguesía norteamericana.

5) El punto quinto y no menos importante, el abrir una lucha en Nicaragua para crear el partido trotskysta, tomando posiciones y asumiendo la iniciativa de lograr la integración del objetivo estratégico de romper la linea de colaboración de clases en Nicaragua, para sobre la base del Programa de Transición crear en Nicaragua un estado obrero, que al fundamentarse sobre un autentico partido trotskysta sentaría las bases para un verdadero renacimiento de la IV Internacional, lo que seria un probable anuncio de que para el año 2000 toda la Tierra seria comunista.

ANALISIS DEL CUARTO PUNTO

El cuarto punto plantea la defensa incondicional de todos los estados obreros deformados o degenerados contra el imperialismo, asi como por la revolución política contra la burocracia; rachazando cualquier tipo de apoyo a las fracciones estalinistas en lucha.

Este punto es de hecho el fundamental y demuestra hasta que medida la estrategia de ruptura con la colaboración de clases, se sigue de un modo consecuente y no es una mera expresión de radicalismo inconsecuente, subordinada a una concepción democratico-burguesa del socialismo.

La defensa incondicional de los estados obreros no es solo contra las amenazas directas del imperialismo, sino de la burguesía en general, asi como contra los movimientos insurreccionales de naturaleza populista, que con independencia de su composición social (mayoría de obreros) por su propia naturaleza en función de su dirección política y del dominio que esta dirección política ejerce sobre la base, pretende la destrucción del estado obrero y la restauración del capitalismo. Tal es el caso de Solidaridad en Polonia, que con independencia de las responsabilidades políticas del estalinismo, hoy es un instrumento del imperialismo que bajo la bandera de la lucha por la democracia, la libertad y los derechos humanos, pretende restaurar el capitalismo en Polonia, por medio de la contrarrevolución democratico-burguesa. Cuyas consecuencias negativas para los trabajadores no tardarian en ser percibidas.

Eso no es todo, el imperialismo tiene como objetivo central, la destrucción y arrasamiento de la URSS y de todo vestigio de la revolución obrera en el mundo, tal acción llevaría a una sangrienta guerra imperialista contra los estados obreros o contra los intentos de los trabajadores de recuperar lo que les han arrebatado tratando de reconstruir un estado obrero hecho a su medida, una vez que la contrarrevolución democratico-burguesa haya mostrado su verdadero rostro. Lo que se completarían con una serie de «pogroms» contra los «rojos» y el movimiento obrero en general, frente a los cuales el proletariado no estarla en condiciones de responder, al haber carecido de la cohesión y de la conciencia política suficiente, para defender internacionalmente sus máximas conquistas como clase, que son los estados obreros y su bastión principal frente al imperialismo la URSS.

Si el gobierno polaco de Jaruzeiski se viera desbordado por la contrarrevolución democratico-burguesa en Polonia, es deber de todas las organizaciones obreras y de todo obrero con conciencia de clase, apoyar la intervención de la URSS en Polonia, para aplastar la contrarrevolución burguesa y toda organización obrera que no apoyase tal intervención, se habría pasado al lado de la contrarrevolución burguesa apoyando los objetivos estratégicos del imperialismo, con independencia de su radicalismo y de que cubriera este radicalismo democratico-burgues con barniz marxista.

La cuestión de la revolución política es otro punto de capital importancia a valorar. El estalinsimo es el principal reponsable, del estancamiento de la revolución, asi como de que la mayoría de los trabaj adores de Europa Oriental, resulten un caldo de cultivo para la propaganda contrarrevolucionaria del imperialismo.

El estalinismo es el que ha dilapidado el capital político de la Revolución de Octubre, el que ha convertido a los obreros polacos en enemigos del socialismo, el que hace posible el éxito de la propaganda imperialista, el que esta causando la descomposición socialdemocrata de los partidos estalinistas, que en los estados obreros forman parte de las tendencias restauraciónistas y en los estados burgueses son el síntoma de una capitulación mas profunda ante la burguesía nacional.

Desde esta perspectiva la revolución política, constituye la emancipación del movimiento obrero de la linea de colaboración de clase, que consttituye la esencia del estalinismo y del socialismo nacional. Siendo esta linea de colaboración de clase, la causante de la supervivencia del imperialismo tras la gran crisis de 1929 y la Segunda Guerra Imperialista Mundial y sus consecuencias. Habiendo de ser cargado en la cuenta de la colaboración de clases, la política nacionalista y archireaccionria que ha convertido a los trabajadores de Europa Oriental en caldo de cultivo de la agitación contrarrevolucionaria del imperialismo. En esencia la revolución política es un objetivo estratégico fundamental, del que depende la victoria de la revolución comunista sobre el imperialismo, y no un mero recurso etico o imperativo categórico frente a la política antidemocrática de la burocracia estalinista.

El estalinismo es la expresión de la presión del imperialismo sobre el movimiento obrero, y la revolución política tiene como objetivo poner fin a esa presión, cuya expresión concreta son los privilegios sociales, de una casta política pequeño burguesa, que ha sustituido la democracia obrera por una ficción basada en maniobras burocráticas de pasillo, expresión del gobierno de una burocracia que defiende sus privilegios de consumo.

El problema de la revolución política, no implica solamente lo señalado en el párrafo anterior sino que tiene otras consecuencias, como son la superación del modelo de desarrollo burgués de las fuerzas productivas, lo cual solo puede hacerse sobre la base de un desarrollo plenamente consciente de la planificación económica. Sin olvidar que la base de la superioridad de las relaciones de producción socialistas sobre las capitalistas, esta en la posibilidad de hecer consciente la totalidad del proceso productivo, combinado con la completa racionalización del mismo. En tanto que sin el control y racionalización consciente del proceso productivo, por efecto de la dictadura de una burocracia pequeño burguesa, da lugar a un bajo rendimiento, pues aunque las relaciones de producción se fundamentan sobre la propiedad colectiva, la gestión administrativa de las mismas tiene un carácter burgués, reflejo de la apropiación burguesa de medios de consumo que determina el régimen estalinista, lo cual hace que en el desarrollo tecnológico de las fuerzas productivas, el estado obrero degenerado o deformado valla por detras de los estados burgueses. El principio del desarrollo tecnológico de las fuerzas productivas en el régimen de producción capitalista, es la competencia mercantil y el incremento de la productividad a costa de rebajar los salarios.

En una palabra el criterio de la rentabilidad mercantil, es la base del modo de producción capitalista, el cual al estar en concordancia con la gestión administrativa, determina el superior desarrollo de la capacidad de renovación tecnológica bajo el capitalismo.

El desarrollo y avance tecnológico, sobre la base de la propiedad colectiva de los medios de producción, exige la gestión administrativa plenamente consciente y racionalizada del proceso productivo, constituyendo esta exigencia la esencia de una economía socialista.

El no dar ningún apoyo político a las camarillas estalinislas, es coherente con la lucha por la revolución política, pues apoyar a alguna camarilla estalinista en pugna con otra, equivale de hecho a renunciar a la revolución política, por una componenda organizativa que solo servirla para renovar el régimen estalinista moribundo.

La revolución política implica la escisión de la burocracia sobre la base de organizar y ganar a la mayoria de la clase obrera en defensa de la propiedad colectiva y de acuerdo con el Programa de Transición frente a los abusos burocráticos, contra el despilfarro, la traición y la gestión administrativa burguesa de la distribución de medios de consumo, por la burocracia estalinista.

La democracia obrera significa que el proletariado transforma la cualidad de su papel de clase dominante, desde el nivel de clase por si, que constituye el estado obrero degenerado o deformado al nivel de clase dominante para si. Si la burguesía basando su régimen de producción sobre principios irracionales, ha logrado proezas que parecían increíbles, podemos afirmar si temor a equivocarnos, que bajo el régimen de producción socialista, el desarrollo de las fuerzas productivas conseguirá logros y objetivos a la vuelta de pocos años, que hoy en 1985 nos parecerían increíbles.

ANALISIS DEL PUNTO CINCO

El punto 5 plantea el rechazo de la violencia dentro del movimiento obrero, lo cual es perfectamente lógico, pues la violencia dentro del movimiento obrero, es siempre un instrumento al servicio de la política de colaboración de clases.

Los reformistas careciendo de argumentos políticos frente a los revolucionarios, no tienen otro medio para hecer frente a los argumentos políticos de los revolucionarios, que el recurso a la violencia y la mentira, rompiendo y saboteando por medio de la calumnia y la violencia (en la medida de sus fuerzas), el dialogo entre los revolucionarios y las bases sometidas a su dirección. Pues de perder la dirección política de la base organizada, no tendrían modo de proseguir con su política de colaboración de clases, debiendo desaparecer de la escena política como agentes de la burguesía.

VALORACION DEL PUNTO SEXTO

El punto sexto plantea la necesidad de luchar por la creación de fracciones comunistas en los sindicatos, basadas en el Programa de Transición.

En los estados burgueses el proletariado existe como clase en función de las organizaciones sindicales, de modo que la base para organizar al proletariado como clase para si, capaz de barrer el régimen de producción burgués exige una lucha por crear fracciones comunistas en los sindicatos, siendo el único camino para crearlas el fundamentar la lucha por construirlas en los métodos preconizados en el Programa

de Transición.

Si el camino para crearlas debe estar basado en el Programa de Transición, el camino para conservarlas y ampliarlas, hasta ganar la dirección de los sindicatos, también debe de apoyarse sobre el Programa de Transición.

VALORACION DEL PUNTO SEPTIMO

El punto séptimo plantea la necesidad del Frente Unico desde arriba, conjuntamente con la táctica de reagrupamientos para unir a los revolucionarios subjetivos en partido de vanguardia; lo cual se complementa con el desenmascaramiento intransigente del centrismo.

La táctica comunista del Frente Unico por arriba tiene como objetivo estratégico fundamental, plantear la contradicción entre las necesidades de la base militante y la política de la dirección reformista. En los momentos mas álgidos de la lucha de clases, las masas plantean a sus dirigentes la exigencia de la unidad contra la burguesía, sin pasar por alto que la amenaza de la contrarrevolución bonapartista o fascista, plantea también a menudo esa exigencia a los propios j efes reformistas.

En este momento el frente tiene como objeto central el defender incondicionalmente las organizaciones y los intereses de los trabajadores contra los ataques del enemigo de clase, de modo que este frente constituye una alianza táctica, donde sin embargo de ninguna manera se confunden las banderas o los objetivos estratégicos. De hecho los reformistas aceptaran el frente único forzados por las circunstancias y de una manera inconsecuente, correspondiendo a los revolucionarios el ponerles continuamente en el compromiso de asumir una linea de ruptura de la colaboración clases o enfrentarse con el rechazo de las masas que exigen una política de confrontación con la burguesía y de unidad obrera contra el capital.

Ciertamente que el frente único sera escindido por los reformistas, pero si la política de los revolucionarios ha sido coherente, sera posible llevar la confrontación entre las bases y la dirección, hasta provocar un desgajamiento de las mismas ganando a las bases a las posiciones revolucionarias y llevándolas a una ruptura con el reformismo; lo cual evidentemente no implica que se excluya el hecho, de que ganar a las bases de las organizaciones reformistas no implique el escindir la propia dirección reformista. Otras veces serán simplemente fracciones o militantes o cuadros; pero debe verse esto dentro de una lucha estratégica con batallas, que a veces pueden estar separadas por cortos periodos de tiempo y otras por largos, depende del ritmo de la lucha de clases y de la habilidad y capacidad

táctica y estratégica de la vanguardia revolucionaria.

La táctica para reunir a los revolucionarios subjetivos en partido de vanguardia, puede decirse que es el método en función del cual sobre la base de la acción y la discusión política se va forjando y construyendo el partido como expresión de la voluntad política del proletariado como clase para si. Pues el partido en tanto que expresión organizada del sector consciente de la clase obrera, tiene que estar compuesto por revolucionarios subjetivos, pues de no ser asi seria un mero partido reformista.

La lucha contra el centrismo es la única forma de construir un verdadero partido comunista, pues los centristas son el principal obstáculo que se opone al desarrollo de una verdadera política superadora de la colaboración de clases y de la subordinación al estalinismo.

Aclararemos que los centristas son aquellos que oscilan entre el estalinismo y el trotskysmo. Sin pasar por alto que la política de la OCI, el SWP/ el PORE, etc., aunque contiene elementos de centrismo a nivel táctico, estratégicamente su política es socialdemocrata, con independencia de los tintes moderados o radicales de sus respectivas políticas.

Aunque nos correspondería pasar al punto ocho, hemos decidido que dada la naturaleza del mismo, sera mucho mas comprensible si analizamos previamente el punto nueve.

ANALISIS DEL PUNTO NUEVE

El punto nueve plantea el reforjamiento de una cuarta internacional centralista-democrática que no se detendrá hasta alcanzar la dictadura del proletariado.

Una cuarta internacional reforjada sobre el centralismo democrático expresa la afirmación rotunda del internacionalismo proletario, frente al nacionalismo pequeño burgués. El centralismo democrático a escala internacional representa el fundamento de una política de clase basada en la ruptura estratégica de la colaboración de clases. El proletariado como clase solo puede emanciparse rompiendo los marcos del estado nacional, pues este tan solo representa el producto engendrado por el desarrollo de las relaciones burguesas de producción, de las que es su reflejo político. Un conjunto de estados obreros nacionales, que no tendiesen hacia la integración de sus economías, en función de la ley del desarrollo desigual y combinado que preside las relaciones capitalistas de producción (determinando el desarrollo y nacimiento de dichos estados nacionales), serian meras cooperativas o comunas macroeconomicas, en compentecia mercantil entre si, que a la vuelta de algunos años acabarían por convertirse en estados obreros degenerados, iniciándose entre ellos duras disputas y guerras, creándose en definitiva todo el conjunto de contradicciones y dificultades que han caracterizado la situación de los estados obreros degenerados y deformados y que de no dar lugar a una revolución política que superara y rompiera los marcos del estado nacional, acabarían creando las condiciones para una contrarrevolución social.

La contrarrevolcuion ya sea política o social, se apoya siempre sobre el estado nacional, que no es una mera forma política que pueda ser llenada con cualquier contenido de clase, sino que es la forma política que corresponde al contenido social de la sociedad burguesa, la cual descansa sobre el particularismo social de la propiedad privada. El derecho a la identidad y diferenciación nacional, es como el derecho a la propiedad privada, un derecho burgués y por esencia antiproletario.

La emancipación del proletariado descansa sobre la plena realización del universalismo social de la propiedad colectiva, lo que implica la extinción bajo todas sus formas del particularismo social de la propiedad privada. Pues el poder de la burguesía y de las tendencias burguesas constituye una unidad indivisible; la revolución implica de hecho la destrucción simultanea del poder político, económico e ideológico de la burguesía; si bien es cierto que en virtud de la ley del desarrollo desigual y combinado, alguno de los tres factores puede desarrollarse a costa del otro, pero llegara un momento en que de no producirse el equilibrio, al sobrepasar el desequilibrio ciertos limites se producirá una crisis y un retroceso de la revolución. Todo lo cual implica que el concepto de dictadura del proletariado no se corresponde a escala de la revolución socialista con el estado nacional sino a la formación del Estado Obrero Mundial, que al extinguir por medio de la revolución comunista la sociedad burguesa, sentara las bases para que de su extinción nazca la sociedad comunista.

En resumen la dictadura del proletariado, el estado cuya extinción representa la desaparición de toda forma de coacción política y el nacimiento de la sociedad comunista, no es ni puede ser otro que el Estado Obrero Mundial.

El estado nacional no se extingue sino que debe ser destruido por la revolución proletaria. Si la revolución proletaria no destruye al estado nacional, este degenerara y destruirá a la revolución proletaria, renaciendo como estado burgués.

ANALISIS DEL PUNTO OCHO

El punto ocho dice: rechazo de las pretensiones de la «internacionales» pretendidamente trotskystas de representar a la IV internacional destruida por el pablismo en 1951-53.

Sobre este punto se articula la base de la lucha de la Tendencia Espartakista, en la medida en que las internacionales pretendidamente trotskystas o han abandonado el Programa de Transición (Secretariado Unificado, lamber!islas, hylistas,etc.) o han llevado a cabo la mixtificación del mismo (Tendencia Varguista o ex-LIRCI).

Objetivamnte hablando el centro de la cuestion lo constituye el punto que implica la ruptura de la contradicción insoluble, entre la destrucción por el pablismo de la IV Internacional y la lucha por la reconstrucción, que se convertía en una reproducción de las contradicciones que llevaron a la destrucción de la IV Internacional.

La posición de la Tendencia Varguista, cuando fue expulsada de la OCI fundando la LIRCI, fue la de considerar que la IV Internacional habia existido en el Comité de Organización. Sobre esta base la Tendencia Varguista considero implicitamente que la reconstrucción de la IV Internacional, concluyo cuando la tendencia proletaria consiguió delimitarse por completo de las tendencias capituladoras, no fundamentadas en una lucha por la recuperación organizativa y programática del Programa de Transición.

En este aspecto la reconstrucción y la lucha por la misma, arranca de la idea posteriormente expresada en el Libro Blanco editado por los varguistas, de que las las organizaciones que constituyeron el Comité de Organización y el Comité para la Reconstrucción de la Cuarta Internacional representaban la continuidad de esta.

Sobre esta base se planteo la reconstrucción como fusiones sin principios o como una mixtificación propagandística o sectaria en el caso de la Tendencia Varguista. La cual después de proclamarse IV Internacional Reconstruida en su congreso de 1976, posteriormente defiende los sindicatos libres pro imperialistas en Europa Oriental y la URSS, apoyando desde 1980-81 hasta la fecha la contrarrevolución democratico-burguesa en Europa Oriental. Sin embargo en el caso de la Tendencia Varguista , su anti comunismo y sus posiciones abiertamente socialdemocratas como la reunificacion incondicional de Alemania, son presentadas como revolucionarias y como el punto de apoyo de la revolución política en Europa Oriental y la URSS.

En definitiva todas las internacionales supuestamente continuadoras de la IV Internacional, representan tendencias aproxima!i vas hacia el pablismo, tendencias socialdemocratas que se sirven o servían de la ortodoxia trotskysta para encubrir una estalinofobia cuyo desarrollo llevaba finalmente a posiciones anti comunistas. La reconstrucción implicaba de hecho la degeneración socialdemocrata a largo plazo, no solo de las tendencias estalinifobas proclives a caer en la critica socialdemocrata del estalinismo, sino también de las tendencias pablistas. De hecho las tendencias eurocomunistas que implican la disolución socialdemocrata del estalinismo, conjuntamente con la creación de corrientes restauracionistas en los estados obreros deformados y degenerado, tiene su reflejo en los pablistas los cuales, como eco de la disolución socialdemocrata del estalinismo abandonan la defensa de los estados obreros, sumándose e integrándose en las corrientes socialdemocratas contrarrevolucionarias, que rompían su compromiso con los intereses históricos del proletariado como clase, pasándose al lado de la contrarrevolución democrático burguesa. La cuestión de fondo llegados a este punto, seria la siguiente:

1) La reconstrucción de la IV Internacional ha fracasado.

2) Es necesario luchar por el renacimiento de la IV Internacional o si esta ha caducado históricamente como alternativa, por la V Internacional.

Una breve valoración de octubre de 1999.

Las prevesiones hechas desde la perspectiva de la Corriente Espartaquista se cumplieron, pero la lucha de la Corriente Espartaquista no solo no dio sus frutos, sino que se saldo con una grave crisis, de forma que la destrucción de la IV Internacional en 1953, asi como el mantenimiento de la misma bajo falsas alternativas, impidieron el triunfo de la linea correcta, que era la que mantenia la Tendencia Espartaquista, sino que a su vez mostro en el seno de la organización que habia mantenido la continuidad programatica y organizativa la amenaza reprimida pero no superada del centrismo.

Las futuras luchas de la Tendencia Espartaquista se plantean en la defensa de los estados obreros deformados Chino y Cubano, asi como en el proceso por la reorganizacion revolucionaria del movimiento obrero, pero la crisis centrista que ha padecido la organizacion, que aunque ha sido salvada se ha resuelto con una perdida de efectivos, nos situa ante el hecho de que sobre la base programatico-organizativa de la Cuarta Internacional no puede impedirse que un brote centrista interno arruine los esfuerzos de varias decadas de intensa lucha.

La clase obrera necesita una vanguardia comunista inmune a la presion politico-ideologia de la burguesia, por eso esta justificado el desarrollo de una alternativa que asumiento la continuidad de la Cuarta Internacional supere sus limitaciones.

INDICE DE CONTENIDO

CONTACTO