CAPITULO III
EL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN NEOTROTSKYSTA.
La derrota del golpe de estado militar, puso fin tanto a las amenazas internas como externas a la Revolución Neotrotskysta, de forma que la correlación de fuerzas objetivas a nivel internacional cambio radicalmente en todo el mundo. Pues los partidos neotrotskysta se afianzaron y ganaron adeptos, hasta el punto de que su situación a escala internacional era entonces la misma, que hasta hacia algún tiempo tenia el Partido Neotrotskysta en España.
Fue entonces el ideólogo Joaquín Rodríguez quien hablo para España y para el mundo.
– La revolución ha triunfado de forma plena y total, nuestros enemigos han sido vencidos mas allá de lo que esperaban. Esto era algo inevitable, quizá algunos penséis: que hubiera ocurrido si el Jefe del Estado Español y su ejercito no hubieran llevado a cabo esta intentona. La respuesta es simple, el proceso de desarrollo de las reformas revolucionaria y el despojamiento de la burguesía y de su estado de todo el poder que aun conservaba. La diferencia habría estado en que el Jefe del Estado, sus militares y otros conspiradores contra el pueblo, hoy serian ciudadanos del Estado Obrero Antinacional en que se ha convertido el territorio geopolítico del Estado Español, que ya no existe como tal estado pues ha sido abolido por la revolución, como hubiera sido abolido por las reformas revolucionarias. Hoy los responsables de dicha acción son criminales de lesa humanidad en vez de ciudadanos, ese es la diferencia.
Tras las palabras del ideólogo se hace un breve intervalo, tras el cual prosigue su discurso.
– El castigo de dichos criminales es el que la libertad del los trabajadores como clase para si exige. En estos momentos no parece haber amenazas contra el Estado Obrero Antinacional, desde fuera o desde dentro, pero la complejidad y la dificultad de una revolución son mayores de lo que se imaginaban Marx, Engels Lenin y Trotsky. De hecho lo que tenemos no es una sociedad socialista, es una sociedad burguesa sin burguesía. Esto significa que las formas sociales residuales burguesas están vivas y que de estas formas residuales burguesas sobrevivientes vendrá la oposición al desarrollo social del socialismo. En principio hasta la fecha hemos sido capaces de vencer y superar a estas fuerzas, pero nunca hasta la fecha hemos chocado cara a cara con ellas, por eso no sabemos si las hemos dominado. La victoria sobre las mismas exigiría que las masas asumieran la exigencia de romper con las formas positivas de la alienación cotidiana de la vida humana en el particularismo social de la propiedad privada, que es la fuerza contrarrevolucionaria fundamental de las formas residuales burguesas que sirven de base al estalinismo, en su proceso de desarrollo. Tal exigencia plantearía la necesidad de romper el dominio que ejercen dichas fuerzas en la conciencia de las masas, así como romper la oposición visceralmente cerrada a dicha ruptura. Cosa que no puede conseguirse por medio de razonamientos sino creando en el subconsciente de las masas la idea de que la Revolución Neotrotskysta es una fuerza irresistible ante la que no hay otra opción que aceptarla o morir. Si el Jefe del Estado, el ejercito, la Iglesia y la burguesía en general hubieran aceptado voluntariamente el fin de su dominio social, no rebelandose contra el Neotrotskysmo, no seria necesario hacer lo que vamos a hacer.
Se hace una pausa profunda, tras la cual vuelve a hablar Joaquín Rodríguez.
– El Jefe del Estado, la totalidad de su familia, la totalidad de los representantes sociales de la burguesía como clase dominante que no se hayan pronunciado favorablemente a la Revolución Neotrotskysta, todos los obispos y jefes religiosos, los militares de graduación superior a comandante, todos los jefes y oficiales de policía, la totalidad de la Guardia Civil, los directores y gerentes de las grandes empresas, la totalidad de los exministros pertenecientes a los partidos burgueses y reformistas, todos los militantes sin excepción de los partidos fascistas y neonazis, todos los presidentes y expresidentes de comunidad autónoma burgueses o reformistas, todos los diputados y exdiputados burgueses y reformistas y todos aquellos en general que sean representativos del espectro sociológico contrarrevolucionario. Como culpables de crímenes de lesa humanidad son condenados a muerte y serán ejecutados diariamente mientras se desarrolla el proceso de universalización social del colectivismo proletario, de forma que la familia como organización demográfica privada sea sustituida por la organización demográfica colectiva o comuna socialista. Algunos quizá vean en esto un acto de crueldad gratuita, sin embargo no es así, de no proceder de esta forma las tendencias y condicionamientos burgueses de las masas se opondrían a este proceso y la represión del mismo seria un fracaso. Por el contrario al ejecutar a los culpables y responsables sociales de esta oposición de las masas, alienadas por universo ideológico-emocional burgués que dominaba sus vidas, estas proyectaran sus condicionamientos burgueses contrarrevolucionarios fuera de si mismas, de forma que se provocara la catarsis que les permite asumir plenamente y sin resistencias contrarrevolucionarias la superación demográfica y sexual del particularismo social de la propiedad privada, neutralizando y destruyendo el fundamento residual mas irreductible del particularismo social de la propiedad privada. Aquel que hace posible la supervivencia social de la sociedad burguesa sin burguesía y el desarrollo de la primera fase de la contrarrevolución burguesa, que corresponde a la contrarrevolución estalinista.
En el mundo capitalista que rodea al Estado Obrero Antinacional las palabras de Joaquín Rodríguez provocan una verdadera ola, donde se vuelve a concitar una alianza contrarrevolucionaria, pero la Corriente Neotrotskysta hace frente a la reacción del enemigo de clase, que no le pilla de sorpresa, de forma que las acciones de la policía las provocaciones políticas, todo el proceso de demagogia contrarrevolucionaria y pogromos desatados, encuentran su justa respuesta, al tiempo que fallan todas las coaliciones que se tratan de crear frente a la misma. Lejos de provocar el hundimiento internacional del Neotrotskysmo, este no hace otra cosa que reforzarse y ganar adeptos, mientras los matones y asesinos a sueldo de la burguesía como la propia burguesía, comprueban la solidez y consistencia del neotrotskysmo, así como de la propia lucha de clases que este encabeza. En Europa Oriental se produce el derrumbamiento de los regímenes restauradores del capitalismo, en Occidente la burguesía se hunde, en los Estados Unidos estalla una verdadera guerra civil revolucionaria, en el Japón la lucha alcanza una intensidad extraordinaria mientras en la República Popular China se desarrolla la revolución política contra la burocracia estalinista, siendo liquidadas todas las fuerzas y tendencias procapitalistas. En el Tercer Mundo los regímenes títeres del imperialismo se hunden, en tanto que en los países musulmanes estalla una lucha mortal entre la revolución neotrotskysta y la contrarrevolución fascista islámica. México y toda América del Norte, Central y el cono Sur del continente entran en una irreversible efervescencia revolucionaria. En Surafrica el Congreso Nacional Africano es barrido por la revolución obrera, en tanto que la revolución permanente sacude todo el continente Africano. Las masas hindúes despiertan del sopor contrarrevolucionario de milenios, sacudiéndose y vomitando toda la escoria contrarrevolucionaria que los esclaviza y ata al particularismo social de la propiedad privada. En todas partes la civilización burguesa se hunde de forma irreversible y la civilización socialista que trae la Revolución Neotrotskysta nace con fuerza irresistible. En Surafrica e Indonesia las caídas del capitalismo son tan estrepitosas irreversibles y sin apelación que hasta los vencedores se sorprenden sin que ello implique que no sepan lo que hacer, antes al contrario en todas partes la lucha avanza a velocidad vertiginosa y con victorias irresistibles del neotrotskysmo.
Así mientras en el mundo se produce la irreversible caída del orden burgués en España la civilización burguesa desaparece al tiempo que lo hace la totalidad del espectro sociopolitico contrarrevolucionario, de forma que todo lo que les ataba al particularismo social de la propiedad privada se hunde en el espacio de treinta y seis meses, los mismos que se tarda en establecer una economía totalmente planificada y regulada en función de las formulas matemáticas desarrolladas por Joaquín Rodríguez, en tanto que en el resto del mundo se producen las ultimas victorias sobre lo que queda de las fuerzas contrarrevolucionarias de los países imperialistas, estados burgueses atrasados y estados obreros deformados. La victoria del socialismo del internacionalismo proletario y del antinacionalismo revolucionario del neotrotskysmo es tan completa como total.
La reorganización socialista de la totalidad del mundo se realiza de forma optima, sin perdida de tiempo y con la misma velocidad vertiginosa con la que se produjo la caída del orden burgués. En los lugares donde la burguesía se comporto aceptando la situación, el derrumbamiento fue completo y total y al convertirse los burgueses en ciudadanos del estado obrero antinacional, por no ofrecer la menor resistencia, la catarsis consistió en su completa capitulación sin lucha, por lo cual la desintegración irresistible del orden burgués y el irreversible triunfo del socialismo neotrotskysta formaron una unidad catarquica inseparable. En donde la burguesía ofreció una resistencia encarnizada, o las fuerzas residuales burguesas, la catarsis consistió en el exterminio físico de la totalidad del espectro sociopolitico contrarrevolucionario, ya fuera este burgués o la totalidad de la burocracia estalinista sobreviviente, en los estados obreros deformados.
El desarrollo de la comuna socialista tuvo lugar en todas partes surgiendo una nueva realidad y un nuevo universo humano, que la psicología, la sociología, la ética y el humanismo burgués en general no podían ni tan siquiera concebir. Pues para ellos estaba vedado conceptualmente todo aquello que traspasara las fronteras del particularismo social de la propiedad privada, de forma que solo se podían imaginar caricaturas como las trazadas por Huxley en un Mundo Feliz, mas allá de las audaces incursiones de este o de Zamiatin en su novela «Nosotros», les estaba totalmente vedado a su comprensión y mucho menos a su aceptación, hasta el punto de no comprender que la gente del «Mundo Feliz» de Huxley o del «Nosotros» de Zamiatin, era tan solo la caricatura de la utopía de integrar la sociedad burguesa residual en la sociedad socialista, como lo era el cinismo ético burgués de Orwell en su 1984, o el de Camus en su «Hombre Rebelde».