LA CONQUISTA DEL PAÍS DE MORFEO CAPITULO VIII – El Zodiaco Como Tótem Cósmico.

EL ZODIACO COMO TÓTEM CÓSMICO

El Zodiaco es el tótem cósmico que regula las relaciones sociales de

producción en la sociedad agropecuaria primitiva.

Hemos definido anteriormente el tótem como la alianza entre la tribu

y las fuerzas de la naturaleza, de las cuales depende la

supervivencia de la tribu. El Zodiaco expresa una alianza entre las

fuerzas cósmicas y la sociedad agrícola, que implica la división y

organización del trabajo; lo que diferencia cualitativamente el

totemismo cósmico del totemismo animista, el cual asume la exogamia

del totemismo animista, para sentar las bases de la división del

trabajo encarnadas en los cuatro elementos que configuran las cuatro

castas.

En este caso la alianza con el tótem cósmico establece la división

del trabajo, del que se expresan como institucionalización de las

castas. Las cuales son determinadas por medio del Zodiaco, de modo

que sobre la base del mismo se determina la casta o trabajo que la

sociedad asigna a cada uno de los que nacen.

De esta forma tenemos que la constitución de las castas y la división

del trabajo, se hizo regulándolo conforme a la ley establecida por

el tótem cósmico, que reglamentaba la vida y la actividad de la

comunidad agrícola, siendo precisamente la creación de una

aristocracia hereditaria, con el consiguiente desarrollo de la

propiedad privada, lo que constituye el fenómeno que los teólogos y

teósofos llaman la confusión de las castas.

El Zodiaco constituye el tótem regulador sobre el que se cimienta la

división social del trabajo que constituye la civilización, siendo

ademas el presupuesto implícito a partir del cual se desarrollan las

relaciones burguesas de producción.

La posterior consideración del mismo elemento genetlialógico, que

determinaban la genealogía de las almas individuales a través de sus

reencarnaciones, expresa y constituye la forma utópica que contiene

el conjunto de las relaciones de producción, sobre las que descansa

la sociedad burguesa en su expresión mas desarrollada. Es esta

transformación final, aquella sobre la que descansa la valoración que

constituye el nacimiento de la aristocracia como clase dominante.

En esencia la casta superior representada por el elemento aire,

representa las almas con una mayor experiencia o numero de

reencarnaciones. La casta gobernante, o sea la aristocracia,

representada por el elemento fuego, aun siendo menos antiguas las

almas que las encarnan, representan a almas con un mayor numero de

reencarnaciones, que las castas inferiores representadas por los

elementos tierra y agua.

Acabamos de ver la naturaleza concreta de la ley karmica, que expresa

la individualización de la monada según el animismo cósmico; ley que

determina el paso de esta por objetos minerales, por la vida vegetal,

la vida animal y finalmente la vida humana.

Después de nacer como hombre o como mujer la velocidad de desarrollo,

evolución o progreso, se expresa en la capacidad de reintegración de

la consciencia humana en la consciencia divina. Reintegración o

comunión que define la vuelta de la monada a su origen divino, pero

con la diferencia de que la conciencia implícita o no desarrollada, se

ha transformado en explícita al desarrollarse, desde su estado de

subconsciencia a un estado de consciencia.

A su vez tenemos que conjuntamente con esto existe el llamado

devakan, o recompensa de la personalidad tras cada reencarnación.

Estando también el avitachi y la ruptura del antakarama, interpretada

como la muerte del alma, al separase el manas inferior del manas

superior.

Así tenemos que la personalidad constituye la forma o valor de uso,

en tanto que la individualidad constituye la medida del valor

abstracto o valor de cambio. La reencarnación con todos sus procesos

implícitos, constituye el conjunto de procesos que llevan a los

valores de usos creados al mercado, en donde deberán llevar a cabo la

realización de su valor de cambio. La adhesión del manas inferior al

cuerpo o sea el triunfo de la personalidad sobre la individualidad,

con la muerte implícita del alma, constituye la no realización de la

mercancía como valor social de cambio.

El cese de la reencarnación y la unidad con Dios, implica la

acumulación como valor de cambio ya inconmovible, en tanto que la

perdida del manas inferior es la perdía del capital acumulado en las

mercancías, las cuales se deterioran como valores de uso sin alcanzar

la suprema función que les esta encomendada, la de individualizarse

como plusvalor. Esta deteriorización que expresa la mercancía no

realizable, implica una reencarnación fracasada, que es abandonada

como indigna por la monada reencarnante o Ego Divino (Capital) en

busca de otra mas digna.

De esta forma el Ego Divino vuelve al seno de la colectividad celeste

(Capital), hasta que la ley karmica determine nuevamente su

reencarnación. La producción capitalista espiritualiza la vida

económica, siendo contenida utópicamente en los grandes ritos de

iniciación de las religiones antiguas.

Los ciclos de expansión y contracción, las destrucciones periódicas,

o sea la ley karmica que rige el cosmos entero, expresa de una forma

utópica o metafísica, las formas de producción capitalistas. La

personalidad realizada, en comunión con la individualidad, o sea el

divino casamiento de la individualidad con la personalidad , es la

plena realización de la mercancía como valor de uso y valor de

cambio y de su subproducto la personalidad burguesa.

Podemos decir que lo fascinante de la teosofía y de la filosofía

esotérica y gnóstica, es que expresa de forma metafísica, lo que es

el conjunto de las relaciones burguesas de producción; de modo que a

nivel de la renovación de la vida humana que proponen, su renovación

concretada y generalizada seria un movimiento de masas

contrarrevolucionario.

Pero volviendo a nuestro tema tenemos claramente establecido, que la

liberación que plantea el esoterismo, implica la reconciliación con

la alienación social, que es asumida como imperativo categórico,

trascendiendo la personalidad burguesa o valor de uso, para exigir la

subordinación a la individualidad burguesa o valor de cambio.

La Plusvalía implica la realización de la mas alta expresión

espiritual, o sea la acumulación del plusvalor o plustrabajo social

como capital, el cual actúa y mueve los elementales, constituidos por

las maquinas, las fuerzas de trabajo, etc.

Puede decirse que el capital como valor social es quien rige el

mundo, actuando a través de una hueste innumerable de todo tipo de

capitales, que rigen y mueven el macrocosmos social. El capitalista

individual que se sumerge en el gran espíritu universal o capital,

con su intuición adquiere la sabiduría suprema, que le permite

realizar el conjunto de encarnaciones mercantiles, que permiten a su

capital o monada reencarnante, el realizarse continuamente a través

de encarnaciones provechosas, que aumenten el plusvalor y permitan su

acumulación como entidad espiritual o capital.

El avitachi la muerte del alma en Kama Loca, expresa de hecho el mal

karma de las mercancías, de los productores que se comportan en

desacuerdo con la divina ley karmica. La muerte del alma animal en

kama loca, es el proceso de desintegración y destrucción de la

mercancía.

La crucifixión del espíritu o capital en la materia, encarnada por la

mercancía que concurre al mercado o mundo kamarrupico, expresa el

conjunto de reencarnaciones que ha de pasar el espíritu, para

adquirir experiencia antes de poder reintegrarse al Ego Divino, o

expresión abstracta general del capital como potencia social.

De hecho esta es la misma cuestión que tenemos, cuando planteamos que

la actividad personal se ponga al servicio de la social. O sea cada

productor particular, debe procurar adaptar su producción a las

necesidades de la demanda social, pues solo así recibirá el premio de

las espirituales leyes karmicas, permitiendo que su mercancía no se

destruya y, realizándose como plusvalía se transforme finalmente en

capital, como la expresión mas elevada del espíritu.

A este respecto creo que a nadie escapara el hecho, de la profunda

relación que existe entre las relaciones de producción burguesas mas

desarrolladas y la antigua filosofía metafísica, que contiene y

expresa de forma utópica las relaciones burguesas de producción y su

subproducto la personalidad burguesa.

No es casual que en la etapa de decadencia y crisis de la burguesía,

en la fase de descomposición del capitalismo (la etapa imperialista),

prolongada en función del estancamiento de la revolución proletaria

en su fase inferior, se produzca un redescubrimiento de la filosofía

antigua, pues de hecho esta filosofía antigua es la expresión mas

desarrollada de la concepción burguesa del mundo, siendo el objetivo

de este relanzamiento de la antigua filosofía metafísica una

«revolución espiritual» que sofoque la revolución proletaria.

Volviendo al tema diremos que el Zodiaco en un principio, comenzó

siendo el tótem cósmico regulador de las relaciones sociales de

producción. De modo que en régimen de producción burgués, los

comportamientos condicionados de la sociedad de castas, se han

transformado en comportamientos incondicionados. La exactitud de las

predicciones así como la coincidencia entre los datos del tótem

cósmico y los comportamientos particulares, descansan en el hecho

indiscutible, de que estos comportamientos del tótem cósmico o

Zodiaco, se han convertido en parte integrante de la personalidad

burguesa.

Así tenemos que la individualidad tiene un arquetipo, la personalidad

otro, y la configuración física otro. A lo que hay que añadir las

cualidades caracterológicas, representadas por los planetas. A los

elementos sigue el tipo de actividad, que corresponde a las

triplicidades. Siendo la fija representante del movimiento de

traslación, y correspondiendo a la individualidad. La mutable

representando al movimiento de la Luna y correspondiente a la

personalidad. La cardinal corresponde al movimiento de rotación de la

Tierra, identificándose con el cuerpo físico.

Así tenemos que los cinco planetas con el Sol y la Luna representan

la diferencia entre la individualidad y la personalidad. La Luna rige

la conciencia emocional inductiva, en tanto que el Sol rige la

conciencia emocional deductiva. Así tenemos los seis arquetipos de la

individualidad, que corresponden a las castas superiores de la

primitiva sociedad de castas, que son complementados con los seis

arquetipos correspondientes a la personalidad que definen a las

castas inferiores.

La Luna rige la personalidad teniendo su casa en Cáncer, el Sol la

individualidad teniendo su casa en Leo. A este respecto tenemos que

la casa de la individualidad corresponde a un signo o arquetipo fijo,

en tanto la casa de la personalidad corresponde a un signo o

arquetipo cardinal.

Las cualidades solares y lunares están expresadas por los cinco

planetas regentes, de modo que tenemos: Marte cuya cualidad o

regencia solar le corresponde a Aries, siendo Escorpión su regencia

lunar. Venus cuya regencia lunar es Tauro, siendo Libra su regencia

solar. Luego tenemos Mercurio cuya regencia solar es Géminis, siendo

Virgo su regencia lunar. Júpiter cuya regencia solar es Sagitario,

tiene su regencia lunar en Piscis. Saturno tiene su regencia lunar en

Capricornio, en tanto su regencia solar es Acuario. A todo ello hemos

de hacer una matización, pues tradicionalmente se llama a los mismos

regencias nocturnas o personales, frente a las regencias diurnas o

individuales.

Los otros planetas como Urano, Neptuno y Plutón, se consideran

manifestaciones particularizadas de la autoconsciencia individual

(Urano), de la autoconsciencia personal (Neptuno), y de la sabiduría

en su expresión dual (Plutón); de forma que la consciencia individual

se asocia al signo de Acuario, la consciencia personal al de Piscis

y, la sabiduría en su doble versión como integración en el Ego

divino (virtud) o toma del cielo por asalto (pecado), se corresponde

con el signo de Escorpión.

Conviene no olvidar que el Zodiaco en su gran ciclo recorre un camino

inverso, de modo que ahora que vamos a entrar en la llamada era de

Acuario, tenemos que podemos considerar que la terminación de Piscis

donde los peces que nadan en dirección contraria representan la toma

de consciencia de la contradicción entre la individualidad y la

personalidad (contradicción entre el valor de uso y el valor de

cambio), implicando tal proceso la crucifixión y la

autodesintegración para volver al Alfa (acuario) después de alcanzar

el Omega (Piscis).

Estas cualidades se expresan concretamente en una inversión de las

triplicidades fijas y cardinales, pues la regencia cardinal positiva

de Marte en Aries, se transforma en regencia fija negativa en

Escorpión; la regencia fija negativa de Venus en Tauro, se transforma

en regencia en regencia positiva cardinal en Libra; la regencia

positiva fija de Saturno en Acuario, se transforma en cardinal

negativa en Capricornio.

Si partimos de considerar que la conciencia emocional inductiva

unificada, es anterior a la conciencia emocional deductiva, tenemos

el ármente expresado un hecho que nos puede definir en este orden el

proceso de formación de la conciencia. Sin embargo la conciencia

emocional inductiva es cardinal, en tanto la deductiva es fija de

modo que tenemos:

CONCIENCIA EMOCIONAL INDUCTIVA

1) Conciencia emocional inductiva diferencial. La cual estaría

representada por Marte con signo positivo.

2) Conciencia emocional inductiva integral. La cual estaría

representada por Venus con signo positivo.

3) Conciencia emocional inductiva unificada. La cual estarla

representada por Saturno con signo negativo.

Los tres niveles de la conciencia emocional inductiva están

representados por Capricornio.

CONCIENCIA EMOCIONAL DEDUCTIVA

a) Conciencia emocional deductiva diferencial. Esta representada por

Marte, siendo su signo negativo.

b) Conciencia emocional deductiva integral. Esta representada por

Venus con signo negativo.

c) Conciencia emocional deductiva unificada. Esta representada por

saturno con signo positivo.

Los tres niveles de conciencia emocional deductiva estarían

representados por Acuario. A su vez la Luna y el Sol expresarían

simbólicamente cada uno de estos rasgos y cualidades, que de un modo

concreto caracterizan el elemento positivo o negativo.

CONCIENCIA RACIONAL INDUCTIVA

1) Conciencia racional inductiva diferencial. Representada por el

Sol siendo su signo positivo.

2) Conciencia racional inductiva integral. Representada por Mercurio,

siendo su signo positivo.

3) conciencia racional inductiva unificada. Esta representada por

Júpiter, su signo es positivo.

Los tres niveles de la conciencia racional inductiva están

representados por Leo.

CONCIENCIA RACIONAL DEDUCTIVA

a) Conciencia racional deductiva diferencial. Representada por La

Luna con signo negativo.

b) Conciencia racional deductiva integral. Representada por Mercurio

con signo negativo.

c) Conciencia racional deductiva unificada. Esta representada por

Júpiter con signo negativo.

La conciencia racional deductiva esta representada por Cáncer.

SÍNTESIS GENERAL DE LA CONCIENCIA

A) Conciencia emocional unificada. Esta representada por Urano como

planeta y Acuario como signo.

B) Conciencia racional unificada. Esta representada por Neptuno como

Planeta y Piscis como signo.

C) Conciencia modular. Esta representada por Plutón como Planeta y

Escorpio como signo.

Sobre este particular tenemos ya formulada con toda precisión los

elementos en su expresión mas desarrollada, como son los cuatro

niveles de conciencia representados a su vez por los cuatro

elementos. La tierra que corresponde a la conciencia inductiva

emocional, el aire a la conciencia emocional deductiva, el fuego a la

conciencia racional inductiva y el agua a la conciencia racional

deductiva.

De esta forma las cualidades del Zodiaco como tótem cósmico y su

relación con los elementos y el contenido totémico del proceso de

desarrollo de la conciencia humana han quedado establecidos, de modo

que hemos establecido el esbozo de una psicología firmemente asentada

sobre el materialismo dialéctico.

Solo una integración plena de la psicología totémica dentro del

materialismo dialéctico, analizando e integrando dentro del

materialismo dialéctico la conducta totémica podía permitir la

creación de una verdadera psicología marxista.

INDICE DE CONTENIDO

CONTACTO