LA CONQUISTA DEL PAIS DE MORFEO CAPITULO XI – La Condena del Animismo o Magia Natural como Magia Negra.

LA CONDENA DEL ANIMISMO O MAGIA NATURAL COMO MAGIA NEGRA

Antes de entrar de lleno en lo planteado volveremos a la cuestión del

animismo cósmico, y sen’alaremos que asi como Saturno representa el

puente individualizador o antakarana, el signo del Zodiaco con el que

se ha nacido representa la forma especifica a través de la cual

actuara el Super-Yo metafisico o manas superior, sobre el manas

inferior o personalidad.

Asi el signo del Zodiaco expresa la cualidad especifica del destino

karmico, que determina la forma de expresión de la individualidad

moral, o expresado de otra forma la cualidad especifica de la

actividad karmica, la cual deberá ser llevada por la individualidad a

través del proceso constituido por sus diferentes vidas o

encarnaciones. Esotéricamente y de acuardo con la astro logia

genetlialogica, se considera que la carta natal expresa y define la

situación del Ego reencarnado en el momento de producirse la muerte

de la anterior personalidad.

Hemos hecho esta introducción para sen’alar que el Zodiaco pasa a

convertirse de ordenador y organizador de la división del trabajo en

la atapa inferior de la civilización, en justificador de los

privilegios sociales de la aristocracia, a partir del momento en que

estos privilegios sociales dan lugar al desarrollo de la lucha de

clases. Por tanto el Zodiaco se transforma de regulador de la

división del trabajo, en justificador de las cargas y privilegios

sociales que la aristocracia impone como clase dominante, inaugurando

el nacimiento de la lucha de clases; transformandodose el karma como

expresión de la retribución de los individuos en función de sus vidas

pasadas, en el fundamento legitimidor de los privilegios de la

aristocracia como clase dominante.

Del mismo modo la condena del animismo natural, expresa la necesidad

de arrebatar a las masas productoras, todo vestigio de conocimiento

que pudiera poner en peligro la dominación de la aristocracia.

En este aspecto la lucha contra el deso y la sujuzgacion de la

personalidad por la individualidad, es la lucha para impedir que las

contradicciones sociales degeneren en lucha abierta, y los

antagonismos entre productores y administradores, que han adquirido

la caegoria de antagonismos de clase, se transformen en guerra civil

abierta.

De esta forma la magia animista es rechazada por la magia

aristocratico-sacerdotal, pues la primera se fundamenta en la

satisfacción de las necesidades colectivas del grupo social, en tanto

la segunda subordiba sus resultados a las necesidades de la

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aristocracia como clase dominante. La aristocracia, los sacerdotes y

los funcionarios, constituyen las tres manifestaciones cuya unidad

indivisible forma la dictadura de clase de la aristocracia.

De esta forma tenemos que el conocimiemto y el poder se establecen

como monopolio déla aristocracia, por ello la magia animista no

subordinada en principio a los intereses de la aristocracia y

orientada a la obtención de resultados prácticos no subordinados a

las leyes karmicas, es perseguida y rechzada por la aristocracia. Tal

persecución y rechazo se debe a que las leyes karmicas son el reflejo

metafisico de la dictadura de clase de la aristocracia, y la no

subordinación de la magia animista a la misma, presupone un menoscabo

y una amenaza, que exige la persecución y condena de la magia

animista.

De esta forma para alcanzar el divino arte de la teurgia, aquel que

lo hiciera debería desprenderse de todo deseo, esperitualizándose por

completo, y expresando a través de ello la comunión con el Dios único

e incognoscible, cuya esencia es el noúmeno sin forma que contiene

todas las formas, siempre inmutable e idéntico a si mismo, el Logos

inmanitestado.

Asi tenemos que este Dios expresa la alienación sin forma, que

contiene todas las forma de alienación, en su expresión

abstractamente generalizada, que implica la aniquilación de la

conciencia dialéctica generada por la lucha de clases.

La aparición de la aristocracia como clase, coincide con el

nacimiento de al conciencia dialéctica o personalidad, la cual esta

especificada en la formación de la conciencia racional inductiva

unificada, que transforma la conciencia emocional en subconsciencia.

Dando lugar al desarrilo del llamado conocimiento esotérico, a partir

del cual se desarrolla y forma el conocimiento fenómeno lógico como

conocimiento exotérico; siendo el conocimiento ontologico, lo que

constituye la esencia de la filosofía esotérica o metafísica en su

expresión específicamente determinada que se propone como objetivo la

negación de que el orden social tienen su origen en el desarrollo de

las fuerzas productivas.

Se considera como magia negra todo uso de la energía

psicobioplasmica, que exprese de alguna forma un reflejo manifestado

de la lucha de clases contra el orden social aristocrático; lo cual

determina el completo su juzgamiento de la conciencia emocional

indutiva unificada, y la eliminación de toda afinidad entre esta y la

cociencia racional inductiva.

En esencia haya que senj alar que esta situación establecida por el

nacimiento de la conciencia racional inductiva, hasta cierto punto

debe quedar subordinada a la conciencia emocional deductiva, pues de

no ser asi conducirla a la negación del orden aristocrático.

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De esta forma queda establecido esto como expresión de la lucha de

clases en la sociedad aristocrática, la cual expresa el monopolio del

poder ejercido por la aristocracia en tanto que es la clase dominante

y como toda clase dominante democrática o no ejerce un monopolio

absoluto del poder, ya que el poder es siempre único e indivisible;

monopolio del poder que le permite vencer toda posible resitencia por

parte de los productores contra las cargas que para estos productores

representa la dominación y privilegios de la aristocracia como clase

dominante.

De hecho la bruj eria de la Edad Media contiene en gran medida la

expresión de una religión plebeya frente a la religión aristocrática,

que tiende como tal religión plebeya a negar las duras represiones y

cargas que la religión aristocrática impone y legitima; no siendo

ninguna forma de superstición la dureza de la persecución, si no una

forma de evitar la formación de un movimiento que amenazara el orden

aristocrático. El Diablo en la Edad Media, es en ultima instancia una

forma nihilista de negar el orden aristocrático.

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