La Victoria de Trotsky – CAPITULO 05 LOS PACIENTES DE MARÍA MÉNDEZ.

CAPITULO V

LOS PACIENTES DE MARÍA MÉNDEZ.

Mas de ciento treinta de personas se encontraban en una gran sala, en la que había cien trajes cuyo interior estaba tapizado de múltiples sensores y estimuladores, los cuales estaban dotados de un perfecto sistema eferente-aferente, respecto a los cuerpos humanos que habían de albergar. Además de captar efectos sensoriales y estados de animo de quienes los usaban, definían con una precisa nitidez los efectos sensoriales físicos y psíquicos, así como los elementos inductores de sensaciones tanto fisiológicas como psíquicas. El casco que cubría la cabeza permitía actuar directamente sobre la actividad fisiológica del cerebro induciendo estímulos psíquicos y fisiológicos, así como traducir los estados de animo a las correspondientes imágenes y sensaciones. El casco podía inducir también todo tipo de vivencias oníricas, así como captarlas a medida que iban sucediendo, de forma que las construcciones oníricas visuales y sonoras eran perfectamente objetivadas por los mas diversos procedimientos. María Méndez y su equipo leyeron en voz alta los nombres de los presentes, para asegurarse de que no había errores.

Tras confirmar la presencia de todos ellos, los nombrados comenzaron a desnudarse y ayudados por el equipo medico se colocaron los trajes. Tras comprobar el funcionamiento correcto de todo y realizar los oportunos ajustes, se inicio el proceso de relajación e inmersión en la realidad virtual, que constituía la base del tratamiento de renovación regenerativa de la conciencia.

Sobre las pantallas de los monitores aparecieron las imágenes del Ello, aquel que era común a todos, que representaba la plasmación del Súper-Ello, la articulación ideológico-intelectual de las fuerzas reprimidas y deformadas por el Súper-Yo del particularismo social de la propiedad privada……… En el mundo de la realidad virtual aparecían las sombras, los misterios, los imponderables, lo que parecía inaccesible, se hacia accesible, y lo era, objetivándolo sobre los sistemas creadores de realidad virtual, y traductores de la realidad virtual onírica como realidad virtual electrónica objetivable y apreciable plenamente bajo todos sus aspectos.

Todos, hombres y mujeres se despertaron de pronto, sintiéndose en un lugar extraño. Se encontraban sobre un estrecho y rústico camastro, estaban solos y al tiempo sentían que algo les separaba de los otros, pese a estar con los demás. Cuando cada cual miro, vio que estaba en lo alto de un torreón.

– Estas listo estas lista -al oír aquella voz, volví la mirada-.

Frente a mi vi una figura encapuchada toda vestida de rojo, durante un instante que fue una eternidad, mi mirada se poso sobre la misma. Sentí los apretados latidos de mi corazón, parecía como si me enfrentara con algo oscuramente presentido durante mucho tiempo. Un torbellino de ideas, de temores y de angustia se desato en mi, pareció como si mis esperanzas y mis desesperaciones se hubieran desatado en un caos, donde todo mi ser se paralizo y vivi el horror de esta paralización.

– Quien eres?

– Soy lo que tu quieras sea.

– ¿Eres la muerte?

– ¿Eres el mas al?

– ¿Vas a conducir mi alma al mas al?

– ¿Que es la muerte? ¿que es el alma? ¿que es el mas al? -Fue la respuesta de la roja figura encapuchada-.

– Yo he leído, que al morir las gentes se encuentran con seres espirituales, que les conducen por el mas al. Lo dicen gentes que han regresado de la muerte.

– Gentes que necesitan creer que existe un mas al, porque no son verdaderamente humanas, pero esas figuras del mas al no son otra cosa que la proyección de una humanidad alienada, que ellos son incapaces de realizar, de modo que al necesitarla y no poderla desarrollar la realizan de modo imaginario.

– Entonces, ¿tu que eres?

– Lo que tu quieras que sea.

– No lo acabo de comprender.

– Ven, sígueme.

Le doy la mano, volamos sobre los campos atravesamos ríos y valles. Poco a poco me va mostrando el mundo, me va mostrando la vida cotidiana, de muchas gentes, a algunas las conozco y otras no, pero veo que no se diferencian demasiado entre si. A veces me sorprendo y otras compruebo lo correcto de muchos de mis juicios.

– Dime ¿porque me agoto y tengo estos problemas?, no es acaso el pasado que ha muerto lo que me perturba.

– Es la muerte física de ese pasado, que aun tiene residuos en ti que viven, esas son las pesadillas que te agitan.

– ¿Que significa eso?

– Que eres un autentico y completo ser humano en formación, que tu pasado esta muriendo, que dolorosamente muere aquello que era necesario para que tu verdadera esencia naciera. Es el nacimiento y la muerte dolorosa.

– Pero eso es pasado, es algo que ya he superado, no comprendo, si esto fue y ya no es.

– Lo que fue es, mientras lo nuevo no exprese la totalidad de lo que eres, esa es la esencia profunda, de este volver hacia lo que eres para comprobar tu relación angustiosa con el pasado superado y sentirte plenamente realizada o realizado en el presente.

– Aun lo entiendo menos.

– ¿Piensas que el mundo fue perfecto?

– No.

– Esa es la repuesta, en un mundo horriblemente infrahumano como el pasado y además sin esperanza, no es posible que un ser humano sin fisuras infrahumanas en su individualidad pueda encontrarse emocionalmente bien.

– Entonces no había remedio, el mundo era infrahumano y además sin esperanza en un plazo inmediato de humanizarse. Yo necesitaba un mundo humanizado ya, de inmediato. No podía seguir resistiendo estaba al borde del abismo de la locura y la muerte.

– Te equivocabas, pues para impedir que tu potencia humana fuera destruida por la infrahumanidad que te rodeaba, era por lo que yo existía en ti y separado o separada de ti por esa infrahumanidad. Como ya te dije yo soy lo que quieres que sea, no tengo rostro porque vivo en la penumbra, pero soy tu esencia tu verdadera esencia mas al de todas tus limitaciones, soy el que libero o la que libero tu energía emocional, esa que tenias fijada y cautiva en tu individualidad moral, librándote del implacable y feroz asedio de las fuerzas infrahumanas que te odiaban y que desde hacia mucho tiempo querían ferozmente destruir tu potencia humana.

– ¿Como pudiste hacer eso por mi?

– ¿Sabes quien soy?

– No totalmente.

– Soy tu individualidad intelectual, aquella que te permitió conservar la integridad humana de ti mismo y que es al mismo tiempo el valladar infranqueable, frente al cual las fuerzas de la infrahumanidad se estrellarían. Aquella que libero tu energía emocional de la pesada y ya insoportable carga de luchar por tu integridad humana con las débiles fuerzas de tu individualidad moral.

– ¿Por que mi individualidad moral se volvió impotente?

– Porque la individualidad moral o Súper-yo, no saca las fuerzas de si misma, sino del ello, de las fuerzas anímicas no humanizadas, por eso toda individualidad moral tiene una deformación infrahumana, cuyas fuerzas animalizadas utiliza de forma represiva y brutal para someter a las mismas al Súper-yo.

– Comprendo, por eso mi siguiente paso, seria comenzar a desarrollar mi individualidad intelectual, o sea a separarme definitivamente de la visceralidad humana posesiva, para asumir la universalidad humana comprensiva. Ahora comienzo a vislumbrar la superioridad profunda del intelecto humano sobre la moralidad humana, así como me doy cuenta de la diferencia entre individualidad intelectual y cultura intelectual.

– Así es, la individualidad intelectual es el proceso de humanización plena y completa de la humanidad, la individualidad moral es la humanización represiva de la humanidad.

Habían pasado varios días desde que me encontré con el encapuchado rojo o la encapuchada roja, mas en mi memoria los recuerdos de aquel encuentro tenían la nitidez de una intensa y viva experiencia, al mismo tiempo que la vaguedad y evanescencia del sueño.

Estaba mirando unos escaparates, donde aparecían unos zapatos de fina suave y elástica piel, los cuales eran ofrecidos a un precio de ganga, decidí entrar. Tras probármelos compre tres pares, pues parecía que volara sobre ellos al caminar, la dependienta o el dependiente me hizo una seña.

Entre en un cuarto, entonces la dependienta o el dependiente , tras asegurarse de que no había nadie en la tienda, se acerco a mi con cautela y me dijo susurrando. Sabe tenemos una oferta especial, es algo fuera de lo común, la mire extrañada o extrañado. Solo lo ofrecemos a las personas como usted, que sabrían apreciarla. Me señalo entonces una extraña pantalla y un conjunto de accesorios que parecía un equipo informático.

– Ya tengo bastante informática en mi vida.

– Se cree que es un ordenador, piensa que le iba a ofrecer con tanto sigilo una maquinita de esas, que puede comprar en cualquier vulgar tienda de informática o electrodomésticos.

Al volver la vista hacia el dependiente o la dependienta, esta o este había desaparecido, en su lugar estaba el encapuchado rojo o la encapuchada roja. Pero su voz aunque distinta vuelve a repetirme como un eco: Se cree que es un ordenador, piensa que iba a ofrecerle con tanto sigilo una maquinita de esas, que puede comprar en cualquier vulgar tienda de informática o electrodomésticos. De pronto caigo en la cuenta de que he retrocedido al pasado, que comprar es algo que corresponde al particularismo social de la propiedad privada. Pero aun consciente del absurdo, este me arrastra hacia el comportamiento que ese pasado me impone pese a que percibo lo incongruente de la situación.

– ¿Que es?

– Algo que te permitirá saber lo que deseas.

– Pero yo aun no se lo que deseo saber.

– La maquina te ayudara a saber lo que deseas saber.

– Y después.

– Después te ayudara a saber lo que deseas.

– Es un pequeño galimatías.

– Es el galimatías de la mayoría de la gente. No saben lo que desean saber, pero no desean saber lo que quieren saber. Tu en cambio deseas saber lo que quieres saber, porque necesitas saber lo que deseas saber. Por ello te ofrezco esta maquina, que te permitirá saber lo que deseas saber.

Siento con horror como el pasado se apodera de mi y me devuelve al absurdo y horrible mundo del que salí, pero al mismo tiempo yo estaba o estoy en un mundo nuevo, que ha superado para siempre el horror infrahumano del pasado. Pero en medio del horror siento que el absurdo del horror es su punto débil, por lo cual me enfrento con el mismo.

– ¿Por que me ofreces esa maquina? ¿Cual es su precio?

– Te la ofrezco porque yo soy lo que tu quieras que sea. Su precio es una oferta, la que tu estas dispuesta o dispuesto a pagar por saber lo que deseas saber.

– Aclárame eso.

– Es muy sencillo, si tu llegas a saber lo que deseas saber, tendrás que dar el siguiente paso, o sea ser lo que necesitas ser, de modo que si soy lo que tu quieres que sea, seré lo que debo ser, que no es otra cosa que lo que tu necesitas ser. Como puedes ver es una autentica ganga lo que te ofrezco.

– No se si es buena tu oferta.

– ¿por que?

– No se si deseo saber lo que quiero saber, por otro lado no se si quiero ser lo que necesito ser.

– Es un buen razonamiento.

– ¿Puedes hacerme otro mejor?

– Desde luego.

– ¿¿Cual es?

– Si necesitas zapatos, es porque te duelen los pies.

– ¿Que tienen que ver los zapatos con la maquina que me ofreces?

– Es que no has comprado zapatos.

– ¿Como que no he comprado zapatos! ¨Y esto que es…….?

– Lo ves, has comprando los programas informáticos para hacer funcionar la maquina que te ofrezco.

– Entonces, ¿por que parecían zapatos?

– Parece mentira que habiendo superado el pasado no lo comprendas.

– Pero es imposible comprender un absurdo tal. Comprar zapatos, que resulta que no lo son.

– No tiene nada de absurdo, los zapatos sirven para caminar. Si llevas buenos zapatos puedes caminar bien por la vida, si los llevas malos caminaras muy mal por la vida.

– Te comprendo pero estoy algo confusa o confuso.

– El conocimiento te hará dueño o dueña de tus energías vitales, la ignorancia te hará desconocer el uso económico de las mismas, por tanto al caminar por la vida te dolerán los pies tanto que te será imposible caminar. Si no puedes caminar no puedes vivir, ya que la vida es camino y para poder caminar hay que llevar buen calzado.

– Bueno entonces….

– ¿Cuando quieres que te la envíe?

– Es que en mi casa ya hay muchos trastos, no se si habrá sitio para otras maquinas.

Dichas estas palabras siento el absurdo de la respuesta, es como si todo lo que soy estuviera en un punto de indeterminación y el horror que me negó, volviera otra vez a negarme, sin tener la ayuda de la hiperadaptación que tenia entonces.

– No importa puedes venir aquí cuando quieras y usar este local.

– Pero esto esta un poco lejos de mi casa, no se si me será posible acercarme con facilidad y con la frecuencia debida.

– No te preocupes cuando te pongas los magníficos zapatos que te has comprado estarás aquí en un momento.

– ¿Pero no son programas para hacer funcionar la maquina que me permitirá saber lo que deseo saber?

– Programas o zapatos, que mas da, los dos sirven para caminar por la vida. Recuerda que la maquina es la vida y sin programas no funciona, del mismo modo que sin zapatos no puedes caminar por la vida.

– Creo que es una buena solución.

– ¿Quieres probar la maquina ahora?

– No ya es un poco tarde.

– Nunca es demasiado tarde, quizá es que sea un poco pronto.

– Crees, que es pronto.

– Pues si, te has fijado en el calendario.

– No, no me he fijado.

– Pues si te fijas bien veras, que aun no es hoy sino que todavía estamos en ayer.

– Pero eso no esta nada bien, hemos de llegar cuanto antes al hoy.

– Es cierto pero estamos prisioneros del ayer. Recuerda que aunque nuestros padres, así como la mayoría de las gentes mas jóvenes y de nuestra edad no lo saben, fuimos derrotados por el ayer y encerrados en inexpugnables prisiones, que comenzaron a ser construidas a partir de 1914 y completadas en 1948-50. De entonces hasta hoy la gente ha creído y sigue creyendo, vivir en el hoy cuando es cautiva del ayer.

– Dices que el ayer se rebelo contra el hoy en 1914.

– Así es.

El horror vuelve a apoderarse de mi, pues se que yo y que todos los que vivimos en la sociedad surgida de la Revolución Neotrotskysta nos hemos escapado de la prisión del pasado, recuperando el presente del universalismo social de la propiedad colectiva, que aquella ficción contrarrevolucionaria usurpadora de la legitima realidad había secuestrado, haciendo que el ayer del capitalismo usurpara el hoy del socialismo e impidiera la llegada del mañana comunista.

– Pero hay que volver al hoy…….Que es eso.

– Nada, simplemente has introducido el programa en la maquina.

– No entiendo nada.

– Acabas de saber lo que deseabas saber.

– ¿Que es lo que deseaba saber?

– Por que retrocedemos y el progreso parece una vuelta al pasado.

– Bien dime encapuchado o encapuchada, ¿cual es la causa?

– La causa es muy simple, desde 1914 estamos cautivos del ayer.

– ¿Como se puede salir del ayer?

– ¿Eso te lo dirán los otros programas que has comprado?

– Pero la maquina no me los admite.

– Es necesario desconectarla y esperar un tiempo antes de volverla a poner en marcha.

– ¿Cuanto tiempo?

– Eso te lo dirá ella, recuerda que es la vida.

– Se ha hecho oscuro y estoy lejos.

La frase me suena a absurda, pues la única oscuridad que percibo es la situación, hablo como si estuviera anocheciendo y digo que estoy lejos de un lugar que debo habitar, pero no se que lugar habito, ni de donde estoy lejos. Sin embargo el o ella me responde.

– No importa ahora los programas son zapatos, podrás caminar rápido y seguro o rápida y segura hasta tu casa. Cuando recibas la señal de la maquina, puedes venir para introducirle el siguiente programa………..

Las palabras y la situación se me esfuman, de pronto estoy en otro lugar, parece una casa donde debo vivir, mi perplejidad aumenta porque mis palabras dichas con toda convicción me suenan a absurdas y extrañas.

– Que zapatos tan buenos, ya estoy en casa. Creo que esta noche descansare muy bien.

Amanecía sobre los cielos de la ciudad, mientras las ultimas sombras de la inquieta noche se desvanecían al contacto con la luz del Sol, que se levantaba sobre las cumbres de las montañas e iniciaba su ascensión hasta la cúspide de la bóveda celeste.

Aquel día debían llegar los esperados, mas una sombra empañaba la posible alegría de los esperados, en aquel día, por ello sentí la necesidad de volver a la tienda de zapatos para consultar a la que yo llamaba la maquina de las respuestas, que es lo que podía hacer, si bien me sentía inquieto o inquieta, pues otras veces que había ido, había encontrado la maquina, pero no se veía ni rastro de la encapuchada roja o del encapuchado rojo, por lo que no encontré ninguna ayuda, para las respuestas de los programas.

Durante aquellas visitas los problemas eran menores, por lo cual mal que bien, pude a través de lo que la maquina me mostraba y de las reflexiones que podía realizar en aquel apartado lugar, ir encontrando el modo de resolver esas pequeñas cosas que devoraban mi vida. Ahora era distinto, sabia que la maquina y mis reflexiones solitarias en aquel apartado y tranquilo lugar no se iban a resolver tan fácilmente, necesitaba el consejo y la guía del encapuchado o la encapuchada y no sabia si lo iba a encontrar.

Me puse los zapatos y comencé a volar hacia la tienda de las maravillas, mientras que el fresco aire de la mañana disipaba mis propias sombras, pensé que si era necesario encontrar al encapuchado o la encapuchada allí estaría, pues no había otro lugar donde encontrarla o encontrarlo, por otra parte no sabia si deseaba o no encontrarle, pues tuve la sensación de que detrás de su mascara había algo que no deseaba ver y que al mismo tiempo tendría que ver, si nos seguíamos encontrando.

Al llegar a la tienda mis zapatos se transformaron en programas. Estaba frente a la maquina, como otras veces no había nadie, pues mi esperanza y mi temor de encontrarme con la cara oculta de mi mismo o de mi misma, no estaba allí, de modo que puse en marcha la maquina y cargue el programa.

Mientras la maquina hacia sus actividades previas me senté en un sillón y me sumergí en mi misma o en mi mismo, sintiendo el pasado y el presente, así como el incierto futuro que como un mar embravecido azotaba las costas y barría las playas de mi existencia, haciendo vibrar los puertos y los muros que me protegían de ser engullida o engullido por el terrible temporal, que zarandeaba el barco de mi vida.

Vi entonces la imagen de mi hermana o de mi hermano, aquella que había dejado de ser hace muchos años, sentí la presencia de mi padre, cuando parecía el puerto seguro contra todas las tempestades, y las olas del tiempo no habían comenzado a resquebrajar la sólida ensenada que nos protegió de la furiosa mar océana. Entonces sus palabras eran claras, su memoria serena y firme, mientras su inquieta mente asimilaba mil cosas distintas y derramaba sobre sus hijas o hijos y nuestro hogar, la suave y omnipresente esencia de una felicidad inmarchitable.

– ¡Oh tiempo dichoso! Que jamas volverás, donde quedo tu esplendor y tu luz, que hoy necesito para alumbrar las tinieblas de la incertidumbre que cubren mi presente.

– ¿Que hay hermano o hermana?

– ¿Quien eres? ¿Fantasma de mi sueño? ¿O presencia real perdida en el centro de lo indefinido?

– Ni una cosa ni otra, sino todas las cosas al mismo tiempo.

– No te burles sombra del pasado, ni cebes en la debilidad de mi vigilia, que hace posible estos desvaríos a que me induce mi desesperación.

– Ni me burlo ni me cebo, soy lo que tu quieras que sea.

– Esa frase me recuerda al encapuchado rojo o la encapuchada roja, pero tu eres mi hermana o mi hermano.

– ¿Estas segura o seguro?

La voz había cambiado, ya no era mi hermano o hermana.

– Te esperaba.

– Entonces por que has tardado tanto tiempo en llamarme.

– Pero si te buscaba desde el primer momento, pero no te he podido encontrar muchas veces que he venido aquí.

– No te mientas a ti misma o a ti mismo, no me has querido encontrar.

– Como que no, si siempre he venido aquí con la intención de encontrarte.

– ¿Entonces porque no has preguntado nunca a la maquina como encontrarme?

– Es que nunca se me ocurrió que te pudiera encontrar por medio de la misma.

– No trates de autoengañarme, tu sabes mejor que yo que tu deseo de encontrarme era la expresión consciente de tu necesidad de hacerlo, mientras que el hecho de no encontrarme era la expresión de tu voluntad decidida de no hacerlo.

– Pero has venido cuando te necesitaba de verdad.

– Cuando ya no podías resistir mar sin ser lo que necesitabas ser y tu necesidad y querer ser debían encontrarse o te desintegrarías en una multiplicidad contradicciones inintegrables.

– Que es eso de la multiplicidad de contradicciones inintegrables.

– No hagas trampa pues de hecho lo intuyes, queriendo rehuir la verdad.

– ¿Que verdad?

– Que solo he podido manifestarme cuando la fantasía del pasado se ha disipado para dar paso al espejo de ti misma o de ti mismo.

– Pero se ha disipado.

– Porque la esencia de ti mismo o de ti misma, aquella que esta ligada a tu existencia real exigía imperiosamente que liberaras tus emociones tanto del pasado turbador que te absorbe hacia una realidad destructiva de ti misma o de ti mismo, como de un pasado que ya no existe y que te llevaría a retirar tus emociones del mundo exterior desintegrando tu esencia humana y convirtiéndote en prisionero o prisionera de algo que no existe.

– ¿Que significa eso?

– Acaso no has sentido nunca el horror de unos ojos, de un rostro y de un cuerpo, que ha dejado de estar en este mundo e incapaz de sufrir las contradicciones, se ha centrado exclusivamente en su mundo interior, perdiendo toda capacidad para adaptarse o enfrentarse a la realidad con un mínimo de coherencia y racionalidad humana.

– Me estas hablando de la demencia.

– Si te estoy hablando de la demencia, de ese autoaniquilamiento que tiene lugar, cuando el ser humano retira su energía emocional del mundo exterior y la proyecta exclusivamente sobre si.

– Pero yo estoy muy alejada o muy alejado de ello.

– No lo estas, no hay talismán ni tratamiento de ningún tipo que te

pueda salvar de ello, si frente al esfuerzo y los sufrimientos que te provoca enfrentarte con el mundo, reaccionas dándole la espalda a este.

– Yo nunca doy la espalda al mundo.

– Siempre estas tentado o tentada de darle la espalda.

– Cualquier cosa te molesta y te desagrada.

– ¿Pero es que yo soy muy sensible?

– ¿Te has preguntado la causa?

– Simplemente lo soy.

– Simplemente lo eres, no es una buena respuesta.

– No se otra.

– No sabes otra, de verdad quieres otra vez autoengañarme.

– Basta deja de atormentarme, te he llamado para que me ayudaras.

– ¡Que me has llamado! Si he venido cuando ya no podías mas, cuando estabas a punto de derrumbarte en el abismo sin retorno de la demencia.

– Maldita o maldito seas mil veces, vete de aquí y deja de atormentarme, no te necesito.

– Estúpida o estúpido de ti, aun no te has dado cuenta de que te has sumergido en un sueño de muerte mental, que yo soy lo único que te ata a tu cordura y que si me voy te encontraras en el País de ninguna parte y jamas podrás regresar. Hasta cuando crees que los programas ideológicos que utilizas por zapatos para caminar por el mundo y que son los sistemas operativos de tu cerebro, podrán aguantar sin deteriorarse irreversiblemente.

– Programas……Pero si son de la maquina.

– La maquina que manipulas y manejas es tu propio cerebro y los programas que compraste, para hacerla funcionar, no son mas que tu propia experiencia, la tienda es tu propia vida, que te crees que es esto o que soy yo, somos tu realidad, aquella que te pertenece auténticamente como ser humano, aquella que necesitas y quieres salvar, pero que no quieres ver por ti mismo o por ti misma, o es que crees que puedes seguir existiendo sin ser lo que necesitas y debes ser.

– Pero yo soy así, no puedo cambiar es el mundo el que debería cambiar.

– El mundo cambiara cuando tu cambies lo que debes cambiar de ti misma o de ti mismo, cuando en una palabra dejes de idealizar al mundo y dejes de sentirte responsable por ser lo que debes ser y dejes de comprar tu derecho a ser, con tu sufrimiento, porque la gente y el mundo no sean lo que deben ser.

– Podrías aclararme el problema.

– Tu te juzgas mejor que los demás o las demás, en lo que tienes razón, pero al mismo tiempo te sientes responsable por tu juicio condenatorio de los demás o las demás, de forma que debido a la hostilidad que sientes por las demás o los demás en función de su comportamiento y actitudes incorrectas, te sientes culpable de dicha hostilidad hacia los demás o las demás y tratas de compensarla sufriendo y preocupándote de los mismos. En una palabra tu individualidad moral sin fisuras te convierte en una severa acusadora o en un severo acusador, lo que te lleva a una fuerte hostilidad condenatoria de los demás o las demás. Pero ello mismo, te lleva en función de tu individualidad emocional sin fisuras a condenarte a ti misma o a ti mismo, por tus sentimientos de hostilidad hacia los demás o las demás, lo que exige ser reparado y neutralizado por medio de una hipersensibilidad y un sufrimiento por los demás o las demás.

– Eso significa que la causa es mi individualidad emocional sin fisuras.

– Tu lo has dicho.

– La solución seria según parece superar mi individualidad moral, alcanzando la individualidad intelectual.

– Así es.

– Sin embargo es un proceso difícil y supongo que debería comenzar a hacerlo, pero no se como, que podrías tu decirme.

– La imagen de tu hermano o de tu hermana correspondiente al pasado, creo que guarda relación con un suceso que ocurrirá próximamente.

– Tu lo sabes mejor que yo.

– Desde luego, pero es necesario que tu lo digas, pues yo tan solo soy el espejo oculto de ti misma o de ti mismo.

– Dime espejo oculto de mi mismo o de mi misma, ¿como debo enfrentarme a mi hermana o hermano y su airado esposo o airada esposa?

– Tu hermano o hermana esta en dificultades, ¿no es así?

– Así es.

– Tu deseas hablar con tu hermana o hermano, con tu cuñado o cuñada y que este o esta se defina, pero sin la típica chulería lumpenesca, que se suele confundir con la verdadera dignidad.

– Así es pero no se como hacerlo, por otro lado yo quiero ayudar a mi hermana o hermano sinceramente.

– Me parece muy bien, pero recuerda dos cosas: no te sientas culpable por aquello de lo que no eres responsable y mantén la distancia debida entre el afecto hacia tu hermano o hermana y lo que debes hacer por razón de justicia para todos. En el bien entendido que la justicia no es solo para tu hermana o hermano sino para ti misma o mismo.

– ¿Que justicia debo aplicar?

– Piensa que la justicia, no es otra cosa que lo que sea mejor para todos o todas, sin olvidar que ayudar a tu hermana o hermano solo será justo si la ayuda que le prestas y las condiciones de la misma son también justas para ti. Pues si llevada o llevado por el afecto y sintiéndote culpable por la dura condena emitida por ti contra las inconsecuencias de tu hermana o hermano y tu cuñado o cuñada, adoptaras una solución injusta contra ti, estarías procediendo con injusticia contra ti y contra tu hermano o hermana, pues el beneficio hecho a otro o a otra con injusto daño propio y mas al de lo debido no aprovecha ni a quien lo da ni a quien lo recibe. Pues la condición infrahumana de la individualidad moral no respeta ni agradece esta ayuda, que considera no un acto de justicia sino un soborno para adquirir afecto en función de un sentimiento de culpa por la severidad moral del propio juicio.

– Pienso en esos padres o esas madres, que dan a sus hijos o a sus hijas mas de lo que deben por sentirse culpables de algo, sin que ello sea cierto. Esos hijos o esas hijas no sienten ni respeto ni afecto sincero por esas madres o esos padres, porque quien hace un bien injusto para si mismo o si misma a otros o otras, no concita el agradecimiento de las mismas o los mismos, que lo reputan como alguna obligación o un mero soborno, de forma que ni la obligación ni el soborno por generoso que sea, conllevan agradecimiento, el cual solo brota cuando es la justicia y la generosidad sin mácula de sentimientos de culpa, el motor de las acciones.

– Acabas de definir la esencia misma del problema, no se puede hacer bien a nadie, si ese bien implica una injusticia contra quien lo hace.

– ¿Crees que mi hermana o hermano y su marido o su mujer lo entenderán?

– Si desean entenderlo lo entenderán, pero si la soberbia o la chulería enturbian su entendimiento no te sientas culpable ni cedas ante el chantaje de las mismas, pues no será provechosa tu ayuda, ni a ti misma o mismo ni a ellos.

– ¿Entonces debo abandonarles sin intentar ayudarles, si ellos en un arranque de soberbia o chulería hacen algo negativo?

– La chulería y la soberbia son enemigos del afecto y de la fraternidad, ceder ante ellos es destruir la misma. No ceder es mantenerla. Por mucha que sea la presión emocional que sientas, no cedas ante la misma, porque perderías a tu hermano o hermana.

– No comprendo lo que quieres decir, con eso de que perdería a mi hermana o hermano.

– El ser humano rara vez tiene el valor de enfrentarse consigo mismo, tal y como lo has hecho tu, pues grande es el riesgo y el esfuerzo que comporta. Por ello si quebranta unos sólidos y firmes lazos de amistad o fraternidad, por medio del chantaje e impulsado por la soberbia o la chulería, rara vez suele asumir su responsabilidad, de ahí que si cedes ante la soberbia y la chulería, quien se beneficia de la misma en lugar de asumir sus responsabilidad por lo hecho, la proyectara sobre ti.

– Quieres decir que la soberbia o la chulería personalizada, al ceder ante la misma, esta soberbia o chulería personalizada proyecta la responsabilidad de la misma sobre aquella persona o personas que han cedido ante ella o ellas.

– Así es. Por eso si tu cedes ante la soberbia y la chulería, aunque sea de tu hermana o hermano y su marido o mujer, lejos de acercarte a ellos o ellas te alejaras irreversiblemente de ellos o ellas, pues nadie que use de chulería o soberbia para conseguir algo de alguien, perdona a ese alguien, por haber ese alguien o esos o esas alguien cedido ante la chulería o la soberbia.

– El soborno de la chulería y la soberbia no es agradecido, ahora comprendo muchas cosas.

– La justicia es en el fondo deseada por aquellos o aquellas que la quebrantan para imponer su soberbia y chulería, por ello odian a quienes ceden ante ella mas que a quienes se enfrentan a la misma, aun cuando destruyan a quienes se enfrentan y permitan seguir existiendo a quienes ceden ante la misma.

– Creo que ahora puedo ver mucho mas claras muchas cosas, referentes a ese próximo y temido encuentro con mi hermana o hermano y mi cuñado o cuñada.

– No solo con tu hermano o hermana y tu cuñado o cuñada, también contigo misma o mismo.

– ¿Conmigo mismo o misma?

– Acaso ignoras que cada vez que te enfrentas con el mundo objetivo te enfrentas contigo misma o mismo.

– Acláramelo.

– No te parece que ha pasado ya bastante tiempo y deberíamos continuar otro día.

– De ninguna manera mi hermana o hermano esta el llegar y no quiero que algo tan importante como esto ultimo quede en la sombra.

– Lo que diferencia a los seres humanos de los animales, es que el mundo animal se reduce al mundo de la percepción. En tanto que el mundo humano esta formado por la introyección de la realidad objetiva.

– ¿Que es exactamente la introyección de la realidad objetiva?

– Bien cuando surge la humanidad, no lo hace en función de una revolución biológica, sino en función de una revolución social que cambia su modo de percibir el mundo. Te ahorrare cualquier referencia a esa revolución social, de la que el desarrollo tecnológico no es causa sino consecuencia, pero te diré que la primera etapa de la conciencia humana se corresponde con la conciencia emocional inductiva.

– ¿Que es la conciencia emocional inductiva?

– Hay una facultad de los niños, que los adultos suelen perder con el paso del tiempo, que es recordar imágenes como si se tratase de una fotografía. Estas imágenes que son una descripción gráfica objetiva del mundo constituyen las ideas imágenes, su base material son los estados anímicos ligados a su percepción, en esto hay un punto común con los animales superiores con un desarrollo completo de la discriminación perceptiva.

– Adivino que hay una diferencia entre el estado de animo ligado a la discriminación perceptiva plenamente desarrollada y la idea imagen.

– Así es la idea imagen se separa de la percepción, superando la relación de vinculación sensitiva inmediata que caracteriza a la discriminación perceptiva. La conciencia o autodiscriminación perceptiva permite evocar la imagen independientemente de la sensación y sin caer en el estado onírico o alucinativo, que implica la reproducción en el cerebro de los procesos generados por la sensación y que constituye la preconciencia onírica, que comparten los animales superiores.

– Eso significa que el animal tanto si sueña como si esta en vigilia, percibe de forma inseparable la percepción y la realidad sensitiva, en una palabra no hay separación entre percepción y autopercepción. Tan solo el ser humano percibe y se autopercibe o sea separa el conocimiento de su existencia de la propia percepción de su existencia. ¿Supongo que es eso lo que quieres decirme encapuchado rojo o encapuchada roja?

– Eso es lo que quiero decirte.

– ¿Pero como se separa?

– Cuando nacen las emociones. Por si no la sabes la emoción es la conciencia, la cual esta formada por un conjunto de ideas-imágenes, que nacen del mundo onírico y que se caracterizan porque los antepasados antropoides de la humanidad, se autoperciben a si mismos frente al mundo realimentando su percepción con el recuerdo de las imágenes que se relacionan con lo que están percibiendo en aquel momento.

– Supongo que esta realimentación perceptiva de la percepción por el recuerdo onírico de imágenes, sonidos y sensaciones en general, constituye la conciencia. Lo que me lleva a la conclusión de que las emociones son la evocación y percepción subliminal del mundo onírico a través de la vigilia.

– Tu lo has dicho la autopercepción como proceso de autodiscriminación perceptiva de la de la realidad, en donde el sujeto que percibe se objetiva a si mismo frente a la realidad, se produce como consecuencia de la percepción subliminal del mundo onírico. Siendo esta percepción subliminal del mundo onírico lo que constituye la conciencia, cuya primera forma de existencia corresponde a las ideas imágenes.

– ¿Por que hablas de las ideas imágenes, en lugar de los sentidos y sensaciones en general?, si existe en el mundo onírico una evocación general de todo, aun cuando sea bajo su forma subliminal.

– Porque todos los sentidos a excepción del visual están ligados a la sensación, tan solo el sentido visual nos permite obtener un cuadro coherente y objetivable en todos los casos con nitidez absoluta del mundo y de la realidad objetiva, no existiendo ningún sistema sensitivo que sea mas independiente del ser que lo percibe que la vista. Por ello el surgimiento de la conciencia tiene como núcleo operativo fundamental las ideas imágenes, siendo el resto sensaciones asociadas pero no elementos definidores de la autopercepción del ser que percibe.

– Comprendo, la emoción es el proceso de percepción subliminal del mundo onírico donde se guarda la memoria de todas las vivencias, así como todo el conjunto de estados de animo y sensaciones asociadas a dicha percepción subliminal, que se enlazan y se asocian operativamente de forma inductiva al proceso de discriminación perceptiva que constituye nuestra vigilia. Ello constituye la conciencia emocional inductiva de la que me has hablado.

– A partir de esta conciencia emocional inductiva, cuyas características fundamentales acabas de definir, se desarrolla el lenguaje que como proceso de simbolización sonora descriptiva de la realidad permite la evocación o percepción subliminal de las ideas imágenes que describen la realidad objetiva, así como las sensaciones y estados de animo asociados a las mismas. De aquí se desprende la capacidad operativa de los seres prehumanos frente al medio. El proceso de desarrollo de la conciencia emocional inductiva, coincide con el proceso de desarrollo evolutivo de la humanidad.

– Supongo que después siguen otras conciencias.

– Así es tras el desarrollo de la conciencia emocional inductiva que culmina con el nacimiento de la humanidad, se produce el desarrollo de la conciencia emocional deductiva.

– ¿En que se diferencia la conciencia emocional deductiva de la inductiva?

– La conciencia emocional inductiva es inducida por la propia experiencia, en función del proceso de percepción subliminal de la memoria constituida por el mundo onírico. Pero a medida que se iba incrementando la complejidad del comportamiento social y la relación de la sociedad humana con el medio, ya no se podía recurrir a una asociación suelta o secuencial de ideas imágenes enlazables con la discriminación perceptiva de la vigilia. Había comportamientos tan complejos, que implicaban la integración de una gran cantidad de ideas imágenes, en un corto espacio de tiempo, de modo que la capacidad de procesar información de la conciencia humana asociándola con la autodiscriminación perceptiva quedaba saturada.

– Creo comprender lo que me dices, pero no acabo de ver claro como pudieron solucionarlo. Supongo que se desarrollo un nuevo procedimiento de asociación de las ideas imágenes y de integración de las mismas es un espacio de tiempo menor que su desarrollo secuencial, como ocurre en la conciencia emocional inductiva.

– Así es, pero no fue una mera consecuencia de la mera actividad mecánica de asociación secuencial de ideas-imágenes, fue un proceso mucho mas complejo, que se resolvió en función de un esfuerzo colectivo de las comunidades humanas, que pudieron de esta forma llegar a integrar las ideas imágenes en módulos de comportamiento complejos y de procesos operativos de mayor complejidad tanto intrínseca como extrínsecamente. De modo que surgió la conciencia emocional deductiva. Esto se logro por medio de la utilización e inducción colectiva a estados oníricos dirigidos a la solución de

problemas objetivos de la horda o grupo social humano, que permitió solucionar los problemas y además crear comportamientos complejos basados en ideas imágenes integradas, que constituían la conciencia emocional deductiva.

– Esta conciencia emocional deductiva constituye módulos integrados de comportamientos emocionales inductivos de densidad mayor al desarrollo secuencial de los mismos, según me acabas de decir. Supongo que no es identificable con la individualidad moral.

– Así es. La individualidad moral surge de la gran abundancia de comportamientos emocionales inductivos de alta densidad integrados como módulos de comportamiento emocionales deductivos, los cuales al proliferar determinan que existan multitud de módulos emocionales de comportamiento deductivo, lo que hace que a medida que la situación social humana se vuelve mas compleja, sea cada vez mas difícil valorar cual es el modulo de comportamiento emocional deductivo optimo.

– Supongo que entonces surgió la individualidad moral.

– No, el surgimiento de la individualidad moral fue posterior. Lo que nació entonces fue la conciencia racional inductiva. Que tuvo la función de elegir cual modulo de comportamiento era el mas adecuado en cuestión para cada caso. Al tiempo que al mismo tiempo sirvió para crear valoraciones de modos de comportamiento, si debía recurrirse a módulos de comportamiento o al desarrollo secuencial de los mismos, o bien si era conveniente crear nuevos módulos de comportamiento o modificar los existentes.

– Me parece un poco excesivo para aquella gente tan primitiva.

– Eso es porque piensas que lo hacían individuos aislados, cuando era la totalidad de la comunidad, quien determinaba y definía esta cuestión. La individualidad moral nace mas tarde y como consecuencia de las contradicciones surgidas en las sociedades humanas posteriores. La individualidad moral implica una relación de confrontación y de antagonismo irreductible entre la conciencia humana y la realidad social, tan solo en esa situación se produce el desarrollo de la individualidad moral.

– Así la conciencia racional inductiva era quien determinaba la capacidad de elección entre modelos distintos de comportamiento emocional, ya fuera inductivo o deductivo. Pero se me ha creado una duda, esta conciencia racional era capaz de interpretar dichos comportamientos.

– No, la interpretación debía surgir después, a partir del desarrollo de la conciencia racional deductiva.

– Lo que me has dicho me lleva a plantearte otra cuestión. ¿En que consiste la conciencia racional inductiva desde un punto de vista operativo?

– La conciencia racional inductiva expresa la percepción subliminal de módulos de comportamiento emocionales deductivos, frente a una situación compleja donde seria necesario la yuxtaposición e integración operativa de varios módulos de comportamiento emocionales deductivos. Esta yuxtaposición e integración operativa, solo es posible en función de parámetros valorativos armónicos, que tienden a optimizarse operativamente. No nace por tanto del proceso de onirización colectiva sino del dialogo de vigilia de la comunidad, donde la vigilia yuxtapone e integra los módulos de comportamiento emocionales inductivos se produce la capacidad de valorar los mismos así como de crearlos.

– Supongo que hay un siguiente paso.

– Hay dos pasos, el primero que surge con la crisis de las sociedades primitivas, al producirse un antagonismo creciente e irreductible entre la clase dirigente aristocrática y la plebe, una vez que el desarrollo de las relaciones sociales de producción ha creado una sociedad lo bastante compleja para que de la misma surja una superestructura plebeya, la cual nace directamente de un proceso de desarrollo social de la propiedad privada, no ligada a las funciones culturales de carácter político-sacerdotal.

– ¿Este primer paso es?

– Este primer paso es el surgimiento de la conciencia racional deductiva que hace tomar conciencia a las clases plebeyas, de cual es su situación frente a la sociedad aristocrática. El proceso de cuestionamiento de la sociedad aristocrática, que da nacimiento a las primeras revoluciones plebeyas contra la sociedad aristocrática, implica el desarrollo de la individualidad moral y de la ética, como instrumentos destinados tanto a justificar la existencia de la sociedad aristocrática, como a garantizar la aceptación de la misma por parte de los plebeyos sometidos a la misma.

– Bueno, creo que por ahora lo podemos dejar, pues otro día continuaremos.

– De acuerdo, aquí me encontraras.

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